El Espejo de los Deseos: Un Girar de Roles y un Destino Oscuro

En esa versión, Alberto Gutiérrez era un joven emprendedor que apenas podía imaginar el torbellino emocional que estaba por venir. Bárbara, una mujer calculadora, había diseñado un plan para conquistar a Maritza, pero en el proceso, Alberto se encontró irremediablemente atraído por Juliana. Juliana era encantadora, y a Alberto le cautivó su belleza. Sin embargo, al notar que Juliana no le correspondía, en un acto de despecho, decidió seguir con el plan de conquistar a Maritza junto a Bárbara. Esto lo llevó a descubrir un secreto inesperado: el misterio del espejo. En un giro del destino, Bárbara fue arrestada y enviada a la cárcel, sin descubrir el secreto del espejo ni sufrir el fatídico incidente en el que se quemaba. Alberto, por su parte, obsesionado con el espejo y sentirse perseguido por la policía, tomó una decisión desesperada: secuestró a Marcos Mutti y se apoderó del espejo. En un siniestro momento de venganza, provocado por la negativa de Marcos a permitirle ser feliz, Alberto lo asesinó. Con el espejo en mano y un fuerte deseo en el corazón, Alberto pidió ser Marcos. Al tocar el espejo, sucedió lo inimaginable: se transformó en Marcos. Y tras descubrir que la magia solo duraba de día, decidió romper el espejo para mantener su nueva identidad para siempre. Ahora, siendo Marcos, Alberto estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para ganarse el amor de Juliana, a quien todavía amaba desesperadamente. Con su nueva identidad, estaba dispuesto a todo para asegurarse de que Juliana nunca lo dejaría.