El despertar del deseo: El sorprendente giro de la lampara mágica

Una vez hubo un hombre llamado Alfred, considerado por muchos como un "nerd obeso, feo, pobre y débil". Alfred tenía 25 años y trabajaba en una empresa cuyo jefe era un CEO joven, atractivo, musculoso, egocéntrico, millonario y narcisista de 27 años llamado Sergio. Alfred era regularmente objeto de la ira y burla de Sergio. Un día de pura suerte, Alfred encontró una lámpara mágica. Al frotarla, surgió un genio que estaba dispuesto a cumplirle cualquier deseo. Alfred, confundido y emocionado, llamó a su mejor amigo para pedirle consejo. Entre risas, su amigo sugirió, "¿Y si pides que Sergio, tu bully, se convierta en tu esposo que solo tenga ojos para ti? Ese sería un giro inesperado!" Sin darse cuenta de que el genio estaba escuchando, Alfred repitió el absurdo deseo en voz alta. Para su sorpresa, al despertar al día siguiente, encontró a un Sergio totalmente desnudo a su lado quien le dijo con una sonrisa, "Amor, ¿estás bien?" Alfred se quedó sin palabras y lleno de nervios. Sin embargo, el nuevo Sergio lo sedujo con sus palabras y dejó de resistirse, lo que llevó a su primera vez juntos. Después de esto, Alfred mencionó que debían ir a trabajar. Sergio se rió y le dijo: "Cariño, nosotros cargamos el peso de la empresa. Podemos llegar a cualquier hora". En ese momento, el teléfono de Alfred sonó. El nombre de su mejor amigo apareció en la pantalla y Sergio, mostrando un rasgo posesivo, dijo: "¿Por qué ese empleado, tu amigo, te sigue llamando? Ya le advertí que tú eres solo mío y que no debe acercarse. Tendré que hacerle entender a la fuerza". Abergonzado y un poco sorprendido por la actitud de Sergio, Alfred decidió calmarlo dándole un apasionado beso, distrayéndolo y llevándolos a otro momento íntimo. La vida de Alfred definitivamente había dado un giro inesperado, pero, a pesar de todo, parecía estar adaptándose a su nuevo y peculiar apogeo.