**El Corazón Oscuro**

En las frías y tenebrosas calles de una antigua ciudad europea, vivía un vampiro llamado Leandro. De apariencia siempre juvenil, tenía la piel tersa, músculos bien definidos y un atractivo que hacía girar cabezas. Poseía un ego colosal y un narcisismo que lo llevaba a pensar que nada ni nadie lo merecía. Eones atrás, Leandro se había enamorado perdidamente de una joven llamada Elena. Sin embargo, su corazón se rompió en mil pedazos cuando ella se casó con un mortal llamado Eduardo. Herido y lleno de resentimiento, Leandro decidió vengarse de la manera más cruel que pudo imaginar: robar al bebé que Elena y Eduardo acababan de tener. Una noche, mientras la pareja dormía profundamente, el vampiro ingresó a la casa silenciosamente y tomó al recién nacido de su cuna. Pero al momento de mirarlo, algo dentro de Leandro cambió. Aunque su plan original era acabar con la vida del bebé, en su mirada encontró una luz que tocó su negro corazón. Decidió, entonces, criarlo como su propio hijo, convencido de que esa sería su venganza perfecta: Elena y Eduardo nunca verían crecer a su hijo. Leandro se convirtió en un padre amoroso y protector para el niño, al que llamó Dante. A medida que Dante crecía, Leandro se mostraba afectuoso y complaciente solo con él, pero al mismo tiempo se volvía sobreprotector y posesivo, temeroso de que algún día lo abandonara. El vampiro defendía ferozmente su relación con Dante, mientras la verdadera pareja de padres buscaba desesperadamente a su hijo perdido, sin descanso. Cada vez que las pistas llevaban a Elena y Eduardo cerca de Leandro, él huía con Dante a otro lugar. Muchos años pasaron así, con Dante creciendo bajo la tutela de Leandro, convirtiéndose en un joven de diecisiete años, inteligente y nerd. El destino quiso que, en su nuevo instituto, Dante se encontrara con sus verdaderos padres, que ahora eran sus profesores. Aunque ni ellos ni él sabían la verdad, poco a poco, empezaron a surgir conversaciones y emociones que señalarían el vínculo profundo entre ellos. Leandro, al ver que su secreto corría el riesgo de ser descubierto, se llenó de pánico y, en un arrebato, asesinó a Elena y Eduardo. Para él, preservar la relación con Dante lo justificaba todo. Sin embargo, el horror de su acto no pudo quedarse oculto. Dante, indagando y atando cabos, descubrió la atroz verdad sobre quienes lo criaron y quienes eran sus verdaderos padres. Desesperado y roto por dentro, el joven se enfrentó a Leandro. Este intentó justificar sus acciones diciendo que lo hizo por amor, que no soportaba la idea de perderlo. Pero Dante, lleno de dolor, decidió que no podía seguir viviendo con alguien capaz de tal maldad y decidió alejarse. Leandro, enfrentando la inminente soledad que tanto temía, se vio capaz de cualquier cosa para retener a Dante. Usando todos sus poderes y artimañas, intentó detenerlo. Pero Dante, a pesar de su juventud y temores, encontró la fuerza dentro de sí para escapar de las garras de su falso padre. Finalmente, Dante decidió encarar su vida desde una nueva perspectiva, lejos de su captor y con el propósito de honrar a sus verdaderos padres. Leandro, condenado a la soledad eterna, comprendió demasiado tarde que su amor egoísta y posesivo había destruido lo que más valoraba. En ese vacío interior, vagó por siempre, un recordatorio de que incluso los más poderosos pueden ser derrotados por su propia oscuridad.