Echoes of Universes

Una fría noche de invierno, con el viento gélido aullando entre los edificios de Metrópolis, Clark Kent, también conocido como Superman, sobrevolaba la ciudad en su rutina nocturna. De repente, sus oídos superhumanos captaron un llanto distante, un sonido que parecía perdido y desamparado. Aterrizó en un callejón oscuro y allí, envuelto en mantas, encontró a un pequeño recién nacido abandonado. En un impulso de compasión y amor, Clark decidió adoptarlo y criarlo como su propio hijo. El joven, al que Clark llamó Jonathan, creció en el seno de un hogar lleno de cariño y cuidado. Jonathan adoraba a su padre, quien a su vez encontraba en su hijo una fuente de alegría y renovación. Los días pasaban felices hasta que, un fatídico día, un experimento científico en el laboratorio donde Jonathan trabajaba salió mal. Una brecha en el espacio-tiempo se abrió y lo arrastró a un universo paralelo. En este mundo desconocido, Jonathan se encontró con una realidad perturbadora. En lugar del noble y heroico Superman, allí reinaba un tirano conocido como Ultraman, una versión malvada y cruel del héroe que él tanto admiraba. Los hombres de Ultraman lo capturaron y lo llevaron ante su maquiavélico líder. Al descubrir que Jonathan provenía de otro universo, Ultraman ideó un siniestro plan. Ordenó al joven que descubriese cómo viajar entre universos, con el fin de expandir su imperio y conquistar la realidad de la que había venido. Pero Jonathan, con el corazón lleno de integridad, se negó rotundamente. "Nunca te ayudaré, aunque te parezcas a mi padre, no eres más que una sombra malévola de lo que él es", le dijo con firmeza. Intrigado y molesto por la negativa del muchacho, Ultraman decidió cambiar su táctica. "Voy a ganarme la confianza de este insignificante terrícola y hacer que crea que he cambiado", murmuró con una sonrisa siniestra. Así, comenzó a pasar más tiempo con Jonathan, mostrando una aparente transformación hacia una figura más benévola. Extrañamente, el contacto constante y la convivencia diaria hicieron que Ultraman desarrollara sentimientos reales hacia el joven. Sin embargo, el oscuro deseo de eliminar a su doble heroico, Superman, persistía en su frío corazón. Ahora, no solo quería dominar el otro universo, sino también destruir a Superman para ser el único padre en la vida de Jonathan. No soportaba la idea de compartir lo que ahora consideraba suyo, su hijo. "Voy a hacer que me llames papá, te guste o no", pensaba Ultraman, determinado a usar cualquier medio a su disposición. El tiempo corría y Jonathan, atrapado en un juego de engaños y manipulación, buscaba desesperadamente una manera de regresar a su verdadero hogar. Mientras tanto, Ultraman luchaba contra sus propias emociones y sus oscuros deseos, en un conflicto interno que poco a poco lo consumía. La batalla entre el amor recién descubierto y la ambición desmedida de Ultraman se libraba en el fondo de su mente, mientras Jonathan seguía firme en su rechazo a ser partícipe de cualquier plan destructivo. En el corazón del caos, el joven se aferraba a los valores y el amor que su verdadero padre le había inculcado, esperando el día en que pudiera volver a los brazos de su auténtico Superman.