Echoes of Pain: The Blinder's Revenge

En una fría tarde de otoño, en una bulliciosa ciudad, vivía un joven de 14 años llamado Alex, cuya vida estaba marcada por la sombra de su famoso y desalmado padre, Gabriel, un actor y modelo de renombre que contaba con solo 30 años. A lo largo de su vida, Gabriel despreció y olvidó a su hijo, considerándolo insignificante y débil en comparación con su propia figura imponente. En la escuela, Alex no encontraba refugio; era el blanco constante del bullying por parte de sus compañeros, y el chico más popular de la preparatoria, Marcus, había orquestado una cruel apuesta para enamorar a Alex solo para luego humillarlo. Una tarde, Alex descubrió la verdad sobre la apuesta de Marcus. Sumido en una desesperación abrumadora, decidió acabar con su sufrimiento ingiriendo un veneno que encontró en el hogar de su padre. Fue encontrado inconsciente y llevado de urgencia al hospital, donde los médicos lucharon por salvar su vida. Cuando llamaron a Gabriel para informarle sobre la situación de su hijo, él simplemente respondió con frialdad: "No me interesa lo que haya hecho", y siguió con su vida superficial, entregándose al placer con su amante. Sin embargo, los esfuerzos médicos fueron en vano, y Alex murió debido al veneno. Horas después, finalmente Gabriel llegó al hospital. Lo guiaron hasta la habitación de su hijo, donde vio a Alex, y por primera vez en muchos años, la culpa y el arrepentimiento lo carcomieron. Lloro con desesperación sobre el cuerpo inerte de su hijo, y en el funeral, se enfureció al escuchar la verdadera causa de la muerte de Alex: la injusta apuesta de Marcus y los constantes abusos. En su locura y dolor, Gabriel tomó una pistola y un retrato de su hijo y murmuró: "Mataré al culpable de tu muerte, hijo, y me vengaré de todos tus bullies." Con la mente perturbada, ejecutó fríamente a Marcus y a los abusadores de su hijo, convencido de que estaba haciendo justicia. Finalmente, se encontró frente a la tumba de Alex. Lleno de desesperanza, susurró: "Ya te vengué, hijo. Ahora voy a acompañarte. Sin ti, no puedo vivir". En ese momento, una figura sombría emergió de las sombras: la Muerte. Con voz serena y una mirada penetrante, la Muerte le ofreció un trato. "Gabriel, te ofrezco una oportunidad única. Puedo devolverte a tu hijo, permitiéndote regresar a las horas previas a que ingiriera el veneno. Pero a cambio, serás mi Cegador. Tu misión será llevar a los criminales al más allá. ¿Aceptas?" Gabriel, sin pensarlo dos veces, aceptó el trato. En un instante, se encontró de vuelta en su hogar, apenas unas horas antes de que Alex tomara el veneno. Corrió desesperadamente hasta la habitación de su hijo y logró detenerlo justo a tiempo. Llantos, abrazos y disculpas llenaron la habitación, sellando un nuevo comienzo para ambos. Desde ese momento, Gabriel comenzó su nueva vida como Cegador, cumpliendo su macabro rol de llevar a los criminales a su destino final, mientras disfrutaba nuevamente de la compañía y el amor de su hijo. A pesar de las sombras que acechaban su vida, encontró un propósito y redención, salvando almas en la oscuridad mientras cuidaba con devoción al muchacho que, una vez olvidado, se convirtió en su razón de vivir.