Echoes of a Broken Heart-5

Había una vez un hombre llamado David Chocarro, quien era conocido en todo el mundo por su atractivo físico, su musculoso cuerpo y su carisma viril. No obstante, detrás de esa fachada perfecta se escondía un ser egoísta y narcisista que guardaba un oscuro secreto: tenía un hijo de 15 años, Sergio, a quien despreciaba profundamente. David siempre había presentado a Sergio como su ahijado, ya que lo consideraba insignificante, débil, un nerd y, en su mente cruel, un perdedor. Además de ocultar su paternidad, David era hiriente y ejercía bullying constante sobre Sergio, quien le tenía pavor. Para Sergio, la vida no era mejor en la preparatoria, donde también era víctima de acoso escolar severo. Un día, el sufrimiento se volvió insoportable para Sergio, quien decidió acabar con su vida tomando una sobredosis de pastillas. Lo encontraron desvanecido y David, al ver a su hijo al borde de la muerte por primera vez, sintió una punzada de culpa y arrepentimiento. Sergio sobrevivió, pero cayó en un coma profundo. A partir de ese momento, David comenzó a cuidar de su hijo como nunca lo había hecho antes. Pasaba días y noches junto a su cama en el hospital, sujetando su mano y murmurando palabras de arrepentimiento y cariño que nunca antes había expresado. "Hijo, despierta, te extraño. Perdóname por todo el daño que te he hecho. Esta vez comenzaremos una nueva vida juntos". Tiempo después, mientras buscaba consuelo en los recuerdos de su hijo, David encontró el diario de Sergio. Lo leyó con creciente horror y furia, descubriendo el bullying implacable que había sufrido y las humillaciones amorosas que lo habían quebrado. La ira de David se desató y juró vengar a su hijo. “Papá les enseñará una lección a esos malnacidos. Nadie lastima a un Chocarro sin sufrir las consecuencias, y en el caso de las chicas que osaron herirte el corazón, yo haré que sufran y deseen estar muertas”. David comenzó su venganza con meticulosidad y crueldad. Secuestraba, torturaba y eliminaba a cada bully que había destrozado la vida de Sergio. A las chicas que le habían roto el corazón, las sedujo y las enamoró, solo para romperles el corazón de manera despiadada después de conseguir lo que quería. Cada día, David le contaba a su hijo en coma los detalles de su venganza. “Esto hice para vengarte, hijo. Ellos ya están muertos. Por favor, vuelve a mí”. David se convirtió en un padre dispuesto a hacer cualquier cosa por su hijo, incluso si eso significaba condenar su propia alma. Su única esperanza y deseo era que Sergio despertara algún día, para empezar juntos una nueva vida libre de sufrimiento.