###Dulce Trauma: La Travesía de Lorenzo y Su Hijo

**Dulce Amor: El Imperio de Lorenzo Amador** En un lujoso despacho, Lorenzo Amador, el atractivo, narcisista y metrosexual empresario, revisaba documentos y planes con determinación. Sus movimientos eran calculados y seguros, pero detrás de esa fachada fría y calculadora, albergaba un único y genuino afecto: su hermano menor, Iván, a quien había criado desde la muerte de sus padres. Iván, de 15 años, era la antítesis de Lorenzo; noble, bien intencionado y no muy agraciado, con una pasión por la informática y los libros. Un día, exasperado por las acciones de su hermano, Iván decidió encararlo. "Hermano, por favor, deja de hacerle tanto daño a la empresa de tu novia. Estás lastimando a Victoria y puedes terminar preso," suplicó, su voz temblando con la sinceridad de su preocupación. La reacción de Lorenzo fue inmediata y brutal. Una cachetada fuerte resonó en la habitación. "Todo esto lo hago por nosotros, Iván," replicó Lorenzo, sus ojos brillando de una mezcla de ira y desesperación. "Si no puedo obtener la fortuna de los Bambi, prefiero llevar la empresa a la ruina para luego comprarla barata. Yo pienso en nuestro futuro económico, hijo. Sí, has oído bien: no eres mi hermano, eres mi hijo. Tú naciste de una mujer sin recursos, y yo no permitiría que mi hijo viviera en la pobreza. Te arranqué de ella y le pedí a mis padres que te registraran como su hijo para cumplir mis planes. Ahora que conoces la verdad, no te atrevas a desobedecerme ni a traicionarme. Eres lo que más amo." Tiempo después, los negocios turbios de Lorenzo fueron descubiertos, y Lorenzo, para evitar la prisión, huyó. En el día de la boda de Victoria y Marcos, la desesperación llevó a Lorenzo a secuestrar a Victoria con la intención de matarla. Iván, al enterarse de los planes de su padre, corrió al lugar y le imploró, "Papá, no la mates. No quiero que seas un asesino." Una feroz lucha se desencadenó entre padre e hijo por el control del arma, y en el forcejeo, la pistola se disparó. Iván cayó al suelo, herido de gravedad. Al ver a su hijo herido, Lorenzo quedó paralizado por el horror. "¿Qué he hecho? Perdóname, hijo. Resiste, la ambulancia está en camino," balbuceó mientras las lágrimas caían por su rostro. En ese momento, la policía irrumpió y arrestó a Lorenzo, mientras Iván era llevado al hospital, donde milagrosamente le salvaron la vida. Meses después, Lorenzo en prisión se enteró de que los Bambi habían adoptado a su hijo. La noticia lo llenó de furia. "Malditos Bambi, por su culpa me arrestaron y perdí todo lo que había construido. Pero que me arrebataran a mi hijo jamás se los perdonaré. Pronto saldré de esta prisión y lo recuperaré. Nos iremos del país y comenzaremos una nueva vida, con nuevas identidades. Aún no han vencido a Lorenzo Amador." El plan de Lorenzo tuvo éxito. Logró escapar de prisión y, tras una escaramuza, secuestró a Iván, llevándolo a su avión privado. A pesar de los intentos de resistencia de Iván, Lorenzo lo subió a la fuerza. Durante el vuelo, Lorenzo le habló con una mezcla de ternura y locura: "Ahora comenzaremos una nueva vida. Ya tengo nuestras nuevas identidades. Todo esto lo hago por nosotros. Eres lo único que amo en el mundo, hijo. No te preocupes por el piloto, me encargaré de él para que no se interponga en nuestros planes. Descansa, pequeño, papá se ocupará de todo." Iván, amarrado y lleno de terror, observaba con horror el desmoronamiento moral de su padre. Horas después, cuando el avión aterrizó en otro país, presenció cómo su padre asesinaba fríamente al piloto. "Nunca debemos dejar rastros ni estorbos en nuestro camino, hijo," le dijo Lorenzo, arrastrándolo hacia una nueva "casa". Aquella casa era una celda de oro; lujo no faltaba, pero Iván estaba bajo el control posesivo de su padre. Con el tiempo, Lorenzo se convirtió en un poderoso capo del narcotráfico, buscando expandir su imperio para un día pasárselo a Iván. Mientras tanto, Iván vivía en constante vigilancia y protección, anhelando una libertad que parecía inalcanzable. A pesar de los bienes materiales y el lujo que lo rodeaban, Iván sabía que su verdadero valor residía en sus principios y su humanidad, cualidades que nunca permitiría que su padre destruyera. Una lucha por su alma y su libertad apenas comenzaba.