Dulce Amor: El Engaño

**Dulce Amor: La Sombra del Pasado** En esta versión de "Dulce Amor", el atractivo, narcisista y metrosexual villano Lorenzo Amador oculta un secreto oscuro. La única persona que ha amado y querido sinceramente en su vida es su hermano menor, Alejandro, de 15 años. Lorenzo crió a Alejandro desde que sus padres murieron, protegiéndolo y nutriéndolo a lo largo de los años. Alejandro, por su parte, es noble, de buenos sentimientos, un nerd que no es especialmente agraciado físicamente. Aunque Lorenzo siempre ha manifestado un amor protector hacia Alejandro, sus intenciones y acciones han estado teñidas de ambición y manipulación. La historia se intensifica cuando Alejandro, consternado por las acciones destructivas de Lorenzo hacia la empresa de su novia Victoria, le suplica un día: —Hermano, por favor, deja de hacerle daño a la empresa de Victoria. Esto también le causa daño a ella. Podrías terminar preso por lo que estás haciendo. Furioso, Lorenzo le da una bofetada y responde: —Todo esto lo hago por nosotros. Si no puedo obtener la fortuna de los Bambi ni su empresa, prefiero dejarla en ruinas para luego comprarla por nada. Estoy pensando en nuestro futuro económico, hijo. Y sí, has escuchado bien: no eres mi hermano, eres mi hijo. Naciste de una mujer pobre, y yo no iba a permitir que un hijo mío viviera en la miseria. Por eso te arranqué de su lado y les pedí a mis padres que te registraran como su hijo. Ahora que sabes la verdad, no te atrevas a desobedecerme ni traicionarme, eres lo que más amo en este mundo. Con el tiempo, los negocios turbios de Lorenzo salen a la luz. Para evitar ser arrestado, Lorenzo huye, pero en el día de la boda de Victoria y Marcos, en un giro desesperado, Lorenzo secuestra a Victoria con la intención de matarla. Alejandro, horrorizado por lo que su padre está a punto de hacer, le suplica: —Papá, no la mates. No quiero que te conviertas en un asesino. Una pelea estalla entre ellos por la pistola, y en el forcejeo, el arma se dispara hiriendo a Alejandro. Lorenzo, al ver a su hijo herido, exclama: —¿Qué hice? Perdóname, hijo. Resiste, la ambulancia llegará pronto. Mientras Lorenzo es arrestado, Alejandro es llevado al hospital, donde logran salvarle la vida. Meses después, desde la prisión, Lorenzo recibe la noticia de que los Bambi adoptaron a su hijo. Consumido por la ira, promete: —Malditos Bambi, por su culpa fui arrestado y lo perdí todo, pero que hayan tomado a mi hijo nunca se los perdonaré. Pronto saldré de esta cloaca y vendré por ti, hijo. Nos iremos del país y comenzaremos una nueva vida con otras identidades. Nunca vencerán a Lorenzo Amador. A través de un plan meticuloso, Lorenzo logra escapar de prisión. En una escaramuza, secuestra a su hijo y lo lleva a su avión privado. Mientras vuelan, Lorenzo asegura: —Ahora comenzaremos una nueva vida. Ya tenemos nuevas identidades, hijo. Todo esto lo hago por nosotros. Tú eres lo único que amo en este mundo. No te preocupes por el piloto, papá se encargará de que no haya testigos que interfieran con nuestros planes. Descansa, hijo. Cuando aterricemos, eliminaré al piloto para que no sea un estorbo. Alejandro, atado y viendo a su padre con miedo, observa incrédulo la maldad sin límites de su progenitor. Horas después, el avión aterriza en otro país y Alejandro presencia cómo su padre asesina al piloto fríamente. Lorenzo, con una mirada determinante, se acerca y dice: —Nunca debemos dejar rastros ni estorbos en nuestro camino, hijo. Ven, vamos a nuestra nueva casa. En su nueva residencia, Alejandro vive en una celda de oro: rodeado de lujos pero bajo el control posesivo y protector de Lorenzo. Con el tiempo, Lorenzo se convierte en un capo del narcotráfico, buscando expandir su imperio para que, algún día, su hijo lo herede. Mientras tanto, Alejandro es vigilado y protegido rigurosamente por los hombres de su padre, atrapado en una jaula dorada, deseando una libertad que podría venir con un alto precio.