Desire of Love: The Story of a Nerd and a Giant

Era una mañana gris cuando Daniel, un joven de 17 años, caminaba con la cabeza gacha hacia su prepa. El bolso de su laptop, lleno de parches de sus héroes de la ciencia ficción, colgaba pesadamente de su hombro. Daniel no era físicamente imponente ni particularmente atractivo en términos convencionales. Cualquier rastro de autoestima que tenía se veía constantemente socavado por las burlas y el acoso de Nick Walker, un atractivísimo y musculoso fisiculturista de 30 años que trabajaba como entrenador en el gimnasio local. Una tarde, después de un día especialmente duro, Daniel decidió pasear por el mercadillo de su barrio para distraerse de sus pensamientos. Entre los puestos de baratijas y frutas, encontró una tienda pequeña y polvorienta que vendía todo tipo de objetos inusuales. Fue allí donde vio una lámpara mágica, vieja y oxidada, pero con un aire de misterio que capturó su imaginación. Sin pensarlo mucho, decidió comprarla. De vuelta en casa, Daniel, en broma, frotó la lámpara y, para su sorpresa, un genio apareció en una nube de humo brillante. Emocionado y sin pensarlo mucho, murmuró: "Deseo que Nick Walker sea mi novio y que vivamos juntos". Al instante, la lámpara parpadeó y el genio desapareció, dejando a Daniel preguntándose si todo había sido un sueño. A la mañana siguiente, Daniel despertó en una habitación desconocida. Las paredes tenían fotos de él y de Nick juntos, en poses cariñosas y sonrientes. Justo cuando trataba de entender lo que estaba pasando, Nick entró en la habitación, sonriéndole cálidamente. "Buenos días, amor", dijo mientras lo abrazaba tiernamente. "Esta noche te tengo una sorpresa por nuestro aniversario de seis meses. Ve preparándote, ya hago el desayuno para llevarte a la prepa". Daniel estaba atónito. Durante el transcurso del día, vivió una fantasía que nunca hubiera imaginado posible. Nick lo trató con un cariño y una ternura que jamás pensó que alguien como él podría expresar. Cada sonrisa, cada toque y cada palabra hicieron que Daniel empezara a enamorarse perdidamente de Nick. La sorpresa de la noche resultó ser una cena a la luz de las velas en el techo del edificio que compartían, llena de risas y conversaciones profundas. A medida que la velada avanzaba, Daniel comenzó a olvidar el rencor y el dolor que una vez sintió hacia Nick, reemplazado por un afecto genuino y abrumador. Cerca del final de la noche, mientras las estrellas brillaban sobre ellos, Nick tomó las manos de Daniel y le susurró: "No sé cómo ni por qué, pero cada momento contigo me hace sentir completo. Te amo". En ese instante, Daniel se dio cuenta de que su deseo no solo había cambiado a Nick, sino que también lo había cambiado a él. Había ganado no solo el amor de otra persona, sino también la confianza y la fuerza para amarse a sí mismo. A medida que los días pasaban, Daniel y Nick construyeron una vida juntos que desafiaba todas las expectativas, demostrando que a veces los deseos más insensatos pueden llevarnos a los sueños más extraordinarios.