**Deseo Mágico**

Hace mucho tiempo, en un pequeño pueblo, vivía un joven llamado Lucas. Lucas tenía 18 años y era considerado un nerd por sus compañeros de clase. Siempre llevaba gafas gruesas, su cabello desordenado y era demasiado delgado. Su inteligencia era notable, pero su apariencia física y su falta de destreza en actividades deportivas lo convertían en el blanco perfecto para el bullying. El principal perpetrador de este abusivo comportamiento era el entrenador del equipo de fútbol de la escuela, el cual era un hombre musculoso, egocéntrico, atractivo y narcisista de 33 años llamado Javier. Javier disfrutaba de su estatus como el "héroe" de la escuela. Con su encanto y su físico envidiable, era admirado por todos, pero Lucas sabía muy bien que detrás de su sonrisa deslumbrante se ocultaba un carácter cruel y despiadado. Cada vez que Javier encontraba a Lucas solo, no perdía la oportunidad de ridiculizarlo y humillarlo. Un día, mientras Lucas recorría las tiendas de antigüedades en busca de libros viejos, encontró una lámpara intrigante y anticuada en una esquina polvorienta de la tienda. Le pareció un objeto peculiar y atractivo, así que decidió comprarla. Cuando llegó a casa, comenzó a limpiarla con un trapo viejo y, sin darse cuenta, frotó la lámpara de una manera específica que hizo que esta comenzara a brillar. De repente, una figura etérea apareció ante él y le dijo: "Te concederé un deseo". Lucas, que estaba cansado y harto del trato que recibía, sin pensar mucho, dijo: "Deseo que el entrenador Javier me ame y sea mi novio posesivo y protector." La lámpara emitió un resplandor cegador y, cuando la luz se desvaneció, todo parecía exactamente igual. Lucas pensó que tal vez había imaginado todo y se fue a dormir. A la mañana siguiente, cuando Lucas despertó, se encontró en una habitación que no era la suya. Había fotos de él y Javier en las paredes, mostrando diversos momentos felices juntos. Sorprendido, Lucas se volvió y allí estaba Javier, sonriéndole con ternura. “Buenos días, amor,” dijo Javier, con un brillo en sus ojos que Lucas nunca había visto antes. “Ya preparé nuestro desayuno y nos vamos a la prepa. Recuerda, amor, que en la prepa nadie debe saber que somos novios y que vivimos juntos. Yo quisiera decir a los cuatro vientos que te amo, pero debe ser nuestro secreto por ahora.” Lucas sintió su corazón latir con fuerza y confusión. Todo era surrealista y difícil de comprender. Javier le acarició el rostro con una suavidad insólita y continuó: “Esta noche es nuestro aniversario de cinco meses de noviazgo. Esta noche te haré el amor como nunca nadie te lo ha dado ni dará. Eres mío y solo mío.” Lucas sentía una mezcla de emociones. Era como si una pesadilla se hubiera transformado en un sueño extraño y distorsionado. Nunca había deseado una relación así, pero se veía atrapado en una realidad que él mismo había provocado. Con el tiempo, comenzó a ver las diferentes facetas de Javier, su cariño, protección, y también su posesividad, lo que le llevó a evaluar sus propios deseos y decisiones con más cuidado. A medida que trataba de adaptarse y encontrar una solución a su situación mágica y compleja, Lucas aprendió lecciones valiosas sobre el poder de los deseos y las consecuencias que pueden tener en nuestras vidas.