**Corazones Oscuros**

En las oscuras y antiguas calles empedradas de una pequeña ciudad europea, la luna brillaba intensamente, bañando con su luz plateada todas las sombras y secretos que se escondían en la noche. En una majestuosa mansión gótica, vivía Lucio, un vampiro de apariencia mortal de 25 años, atractivo y musculoso. Su belleza era tan hipnotizante como su ego era abrumador. Lucio poseía una personalidad ególatra y narcisista, centrándose siempre en su reflejo perfecto y en su propia satisfacción. Entre sus recuerdos inmortales, Lucio guardaba uno especialmente doloroso: el de un amor perdido. Sophie, la mujer que había amado con toda la intensidad de su corazón vampírico, se había casado con un hombre mortal. La rabia y los celos corrompieron su amor, transformándolo en un deseo de venganza. Una fatídica noche, decidieron tener descanso en aquella misma mansión en la que ahora Lucio vivía. Sophie y su esposo dormían profundamente, agotados por los cuidados de su recién nacido. Sigilosamente, Lucio se deslizó por la habitación, observando con odio a la pareja, y con ternura contenida al pequeño bebé. En un momento de impulso destructivo, decidió finalmente que la mejor forma de venganza no sería matando al niño, sino arrebatándoselo. Después de llevarse al bebé, Lucio se enfrentó a la decisión de eliminarlo. Sin embargo, al mirarlo en sus brazos, la inocencia del pequeño fue demasiado poderosa para su corazón ya endurecido. En un acto inesperado de compasión, Lucio decidió criar al niño como suyo y lo bautizó como Julian, convencido de que la ausencia del hijo sería un dolor insoportable para sus verdaderos padres. A medida que los años pasaron, Julian creció rodeado de lujos pero aislado del mundo exterior. Lucio se convertía en el protector obsesivo del niño, creando una burbuja en la que el joven solo conocía el amor y la estepa de su padre vampírico. Con cada año que pasaba, Julian se hacía más inteligente, un verdadero nerd que absorbía el conocimiento con una pasión incontenible. Los padres de Julian nunca dejaron de buscarlo. Enfrentaron desafíos inimaginables, recorrieron cada rincón del continente y nunca dejaron de tener esperanza. Sin embargo, cada vez que se acercaban a hallar a su hijo, Lucio los interceptaba y huía con el joven a un nuevo lugar, siempre un paso por delante. Cuando Julian cumplió 17 años, su curiosidad e inteligencia lo llevaron a sobresalir, especialmente en sus estudios. En la escuela, dos nuevos profesores, el Sr. y la Sra. Reyes, mostraron un interés especial en él. Pronto, los lazos ocultos comenzaron a desenmarañarse, y Julian empezó a sentir una conexión inexplicable con ellos. Lucio, percatándose del peligro iminente de ser descubierto, actuó con la crueldad que había aprendido a dominar. En un ataque desesperado, acabó con la vida de los Reyes, silenciando de una vez por todas cualquier amenaza a su control. Sin embargo, esta vez, subestimó la resiliencia de Julian. El joven encontró los cuerpos de los Reyes, y, tras descubrir la verdad detrás de su origen, se sintió traicionado y horrorizado. Julian decidió que no podía seguir con Lucio. Huyendo de su casa, dejó una nota que rezaba: "No puedo seguir contigo después de lo que has hecho." Lucio, al enfrentar la soledad que tanto temía, se dio cuenta de su error. Consciente de la pérdida abrumadora que enfrentaba, prometió hacer cualquier cosa para recuperar a su hijo, para que Julian nunca lo abandonara. En la vastedad de la noche, Lucio vagaba, buscando una forma de redimir sus errores y devolver a Julian a su lado, aunque esta vez no a través del control, sino del verdadero arrepentimiento y amor incondicional. La reconquista de su hijo se convertiría en su nueva y eterna misión.