**Corazón Robado: El Vampiro**

En una antigua mansión de piedra, oculta en un bosque denso y misterioso, vivía un vampiro de extraordinaria belleza y fuerza. Su nombre era Lucien. Con sus perfectos rasgos cincelados, musculatura impresionante y ojos que brillaban con una intensidad hipnótica, Lucien se deleitaba en los placeres de su propia vanidad. Durante siglos, había cazado y amado, pero nunca había conocido una herida tan profunda como la que le infligió Isabel, una mujer mortal de la que se había enamorado. Isabel había elegido a otro hombre, un simple mortal, y con él había tenido un hijo. Herido por la traición, Lucien maquinó su venganza. Una noche, aprovechando la oscuridad y el silencioso susurro del viento, Lucien se coló en la casa de Isabel. Con exquisita precisión, robó al bebé, dejándolos a ella y a su esposo sumidos en la desesperación. Su intención inicial era cruel: matar al bebé y hacerlos pagar con su sufrimiento eterno. Sin embargo, al sostener al bebé en sus brazos, sintió algo inesperado: una chispa de ternura. Decidió criar al niño como su propio hijo, convencido de que esta sería la tortura perfecta para los padres verdaderos. Lucien se convirtió en el protector y tutor del niño, a quien llamó Alexei. El vampiro, siempre envuelto en una fachada de afecto, cultivó en el joven una dependencia absoluta. Era sobreprotector y posesivo, temeroso de perder al único ser que ahora llenaba su existencia vacía. Mientras tanto, Isabel y su esposo buscaban incansablemente a su hijo, rastreando cada pista, acercándose siempre a la sombra de una esperanza. Pero cada vez que la familia se acercaba, Lucien desaparecía en la oscuridad con el niño, evitando su descubrimiento. Pasaron los años, y Alexei creció hasta convertirse en un joven de 17 años, tímido y nerd, fascinado por el saber. Inscripto en un prestigioso colegio, encontró en sus maestros una conexión inexplicable. Sin embargo, el secreto de su origen seguía oculto bajo la capa de mentiras y protecciones tejedas por Lucien. Un día, Alexei descubrió que sus maestros, sin saberlo, eran sus verdaderos padres. La verdad, demasiado devastadora para ser confesada, era un peligro inminente para Lucien, quien, impulsado por su miedo y posesividad, asesinó a la pareja sin piedad, asegurándose de mantener su engaño. Alexei nunca se enteró del sangriento desenlace de sus padres. Con el tiempo, su tristeza por haber perdido la oportunidad de conocer su origen fue sustituida por un nuevo sentimiento: el amor. Se había enamorado de una joven compañera de clase, Eloise, pero esta sólo lo veía como un amigo. Peor aún, Eloise se había enamorado de otro, rompiendo el corazón de Alexei. Lucien, al enterarse de esto, se enfureció. Ninguna mortal podía atreverse a rechazar a su “hijo” y salir impune. La noche siguiente, el vampiro apareció en la habitación de Eloise, observándola con sus colmillos expuestos en una amenaza silenciosa. La chica, al reconocer las historias que su madre le había contado sobre los vampiros, suplicó por su vida. Lucien fue claro: si deseaba vivir, debía terminar con su novio, pedir perdón a Alexei y decirle que lo amaba. Aceptaría casarse con él si este se lo pedía, asegurando así la estabilidad emocional de su “hijo”. Eloise, aterrorizada, obedeció cada palabra al pie de la letra. Con el tiempo, Lucien convirtió a Alexei en vampiro, asegurándose de que permanecería a su lado para siempre. Eloise, bajo una perpetua sensación de miedo y obligación, cumplió su promesa y se casó con Alexei, dándole al vampiro exactamente lo que quería: una familia inmortal perpetuamente unida bajo su control. Lucien creyó haber logrado su venganza perfecta. Sin embargo, con cada acto de manipulación y control, cavaba la tumba de su propia soledad, condenado a vivir una eternidad con las sombras de sus acciones y el eco del vacío que nunca podría llenar.