"Chocolate Hechizado: El Amor Malvado de Ángel Pérez por Rosita Remington"

En un episodio inquietante de Dame Chocolate, Ángel Pérez, el eterno antagonista, se encontraba de incógnito, infiltrado en la majestuosa Mansión Remington. Por azares del destino, buscando objetos valiosos para satisfacer sus ambiciones, sus manos criminales tropezaron con una caja fuerte detalladamente escondida. Esta caja fuerte no contenía oro ni joyas, sino casillas de refinado chocolate, un símbolo del imperio Remington. Con la audacia que lo caracterizaba, el malvado Ángel decidió probar uno. Sin embargo, al abrir la envoltura dorada, encontró un pequeño retrato oculto. Para su sorpresa, era una imagen de Rosita, la dulce y amable Rosita, en sus pupilas se reflejó una luz desconocida. En ese fugaz segundo, sintió un latido intensamente poderoso recorriendo su pecho, una sensación ardiente que no había experimentado antes. No era ambición ni codicia, era amor, un amor paternal, enloquecido y pasional naciendo por aquella mujer, fruto de un único pedacito de fotografía. Pese a ese nuevo y extraño amor, sus deseos malébolos y egoístas se mantuvieron. Ahora, sus ansias de poder y riqueza se redoblaban, ya no solo por poseer todo lo de Bruce Remington, sino también, por tener a Rosita a su lado. Él tomó la decisión de no escatimar esfuerzos ni maldades para alcanzar su propósito. Ángel hizo y deshizo planes y estrategias enmarañadas, desde chantajes hasta engaños, con el único fin de arrancarle a Bruce todo lo que poseía, incluyendo el amor de Rosita. El destino aún no ha decidido si este villano convertido en antihéroe alcanzará su objetivo, pero está decidido a intentarlo, a luchar hasta el final, hasta que el último latido ruede por su pecho. Ángel Pérez, el malvado de esta historia, está más decidido que nunca a ganar su heredado juego de la maldad, ahora con un nuevo premio: el amor por Rosita. Solo el tiempo dirá si el amargo sabor del chocolate le concederá el dulce sabor del amor.