**Cambio de Cuerpos en Neotón**

Era un día común en el gimnasio "Olimpo del Fitness", donde Mark, un entrenador personal de 22 años, destacado por su físico musculoso y atractivo, reinaba como el rey indiscutible. Con su cuerpo esculpido y su egocéntrico carisma, Mark miraba a los demás con desdén, considerándolos inferiores a él. Este mismo día, un joven de 17 años llamado Lucas, un nerd flacucho con gafas gruesas y rostro tímido, decidía que era hora de un cambio en su vida y se inscribía en el gimnasio para poder ganar algo de confianza y autovaloración. Lucas siempre había admirado a Mark en silencio, anhelando tener la seguridad y la fuerza que irradiaba el entrenador. Sin embargo, Mark nunca se había molestado en fijarse en Lucas, considerándolo alguien demasiado insignificante. "Solo otro cliente más", pensaba Mark cada vez que veía al joven en el gimnasio. Todo cambió una tarde, cuando Lucas encontró un extraño amuleto en una tienda de antigüedades mientras paseaba después de clase. El vendedor, con una sonrisa enigmática, le dijo que el amuleto tenía el poder de cumplir los deseos más profundos de quien lo usara. Intrigado y con un deseo ardiente de cambiar su vida, Lucas compró el amuleto y decidió probar su suerte. Aquella noche, en su cuarto cubierto de posters de ciencia ficción y montones de libros, Lucas sostuvo el amuleto y deseó, con todas sus fuerzas, poder experimentar ser alguien fuerte y atractivo como Mark, aunque fuera solo por un día. A la mañana siguiente, Mark se despertó sintiéndose extrañamente cansado. Al dirigirse al espejo, lo que vio lo dejó sin palabras: no era su propio reflejo el que lo miraba, sino el de... ¡Lucas! Sin embargo, Lucas, al abrir los ojos y darse cuenta de que se encontraba en el lujoso apartamento de Mark, se levantó rápidamente y se miró en el espejo. Ahí vio el espléndido cuerpo musculoso de Mark y, sin poder evitarlo, empezó a flexionarse y admirarse. "Este es el mejor día de mi vida," pensó Lucas. Durante horas exploró sus nuevos músculos, probando todas las poses y posturas posibles, disfrutando de la sensación de fuerza y confianza que nunca había experimentado. Desesperado y furioso, Mark, atrapado en el cuerpo débil de Lucas, se dirigió al gimnasio "Olimpo del Fitness" con grandes dificultades. Se acercó a Lucas, quien estaba ahora levantando más peso del que jamás había levantado el verdadero Mark. "¡Devuélveme mi cuerpo!" gritó Mark, sin reconocer su propia voz temblorosa y débil. Lucas, quien ahora irradiaba la confianza y el carisma de Mark, simplemente sonrió. "Lo siento, Mark, pero creo que prefiero este nuevo yo," dijo, sin un atisbo de duda en su voz. Mark intentó por todos los medios recuperar su cuerpo: rogó, amenazó, incluso llegó a ofrecer dinero. Pero Lucas no estaba dispuesto a renunciar a su nuevo físico. Ahora, con la admiración y respeto de todos en el gimnasio, Lucas había encontrado finalmente el lugar donde pertenecía. Mark, por su parte, aprendió lentamente lo que significaba ser tratado como alguien inferior, lejos del pedestal en el que siempre se había situado. Con el tiempo, y con la inquebrantable persistencia de Lucas, ambos tuvieron que adaptarse a sus nuevas vidas, aunque para Mark, ya nada volvería a ser lo mismo. En su nuevo cuerpo, Lucas floreció. Comenzó a guiar a otros en el gimnasio, utilizando su conocimiento previo para ayudar a quienes, como él mismo había sido, necesitaban un impulso de confianza y fuerza. Si bien había robado una vida, ofreció a muchos la oportunidad de mejorar la suya.