Cambio de Cuerpo en Navidad: La Venganza del Bully, La Transformación del Nerd

Había una vez en un pequeño pueblo, dos personajes completamente opuestos. Por un lado estaba Peter, de 19 años, un joven atractivo, musculoso y narcisista que disfrutaba atormentar a los demás, en especial a Kevin, un chico nerd de 18 años, considerado feo, débil y gordo. Una tarde, Peter fue especialmente malo y decidió lanzar tomates a la casa de su vecina, el caos fue tal que parecía una explosión de salsa boloñesa. Lo que Peter no sabía era que esta vecina no era una mujer común y corriente, sino una bruja con poderes incontables. Kevin, que había visto toda la travesura, decidió ir y ayudar a la mujer a limpiar su casa, sin saber quién era en realidad. La bruja, fascinada por la bondad de Kevin y enfadada con la maldad de Peter, encontró en ese acto la oportunidad perfecta para enseñarle una lección al bully. Justo a la medianoche, bajo la luz de la luna navideña, la bruja lanzó un hechizo que hizo que Peter y Kevin intercambiaran cuerpos. Kevin, al despertar en el cuerpo atractivo y musculoso de Peter, no pudo evitar sentir una oleada de alegría y decidió que haría lo que fuera para quedarse con ese cuerpo para siempre. Con el paso del tiempo, Kevin empezó a disfrutar del nuevo respeto y atención que obtenía en el cuerpo de Peter. Poco a poco, los hábitos y actitudes de Peter también empezaron a invadir su personalidad hasta que se convirtió en el nuevo bully del pueblo. La ironía era cruel, pues sin darse cuenta se había convertido en lo que tanto aborrecía. Por su lado, Peter, atrapado en el cuerpo de Kevin, tuvo que aprender la dura lección de lo que se siente ser marginado y maltratado por alguien más. En todo caso, este cuento navideño de body swap nos recuerda que a menudo lo que deseamos tanto puede convertirse en nuestra mayor carga. Y a veces, es mejor apreciar lo que tenemos antes de desear lo que tiene alguien más.