"Bully's Redemption"

Había una vez en una pequeña ciudad un famoso profesor y entrenador llamado Alexander "Alex" Thompson. A sus 32 años, Alex era conocido por su impresionante físico, atractivo y su personalidad dominante, ególatra y narcisista. Más allá de su labor educativa, era el Coach del equipo de fútbol de la preparatoria local y, debido a su éxito en el deporte y su exuberante apariencia, gozada de gran admiración y respeto, aunque no siempre por las razones correctas. Por otro lado, en la misma preparatoria, el joven Nolan vivía una realidad completamente diferente. A sus 14 años, era un chico introvertido y reservado, pasaba sus días enfocado en sus estudios y libros, oculta tras sus grandes lentes redondos. Huérfano desde temprana edad, Nolan jamás había gozado de una vida fácil y el acoso constante que recibía de sus compañeros y de su propio profesor y coach Alex Thompson, lo volvían aún más solitario y retraído. Una tarde lluviosa, mientras rebuscaba entre archivos para un proyecto escolar en la antigua biblioteca de la escuela, Nolan encontró algo sorprendente que cambiaria su vida para siempre: un registro de adopción que mencionaba su nacimiento. Según aquel documento, su padre biológico no era otro que Alex Thompson. La revelación lo dejó pasmado y, al mismo tiempo, temeroso por las posibles repercusiones. En cuanto Alex se enteró de la verdad –gracias a una llamada de la dirección de la escuela que buscaba verificar la información encontrada por Nolan–, sus emociones se arremolinaron en una tormenta. Al principio, su primer impulso fue la rabia y la negación. ¿Cómo podía aquel chico débil, patético y ante sus ojos, digno de lástima, ser de su propia sangre? La dirección de la escuela, preocupada por evitar cualquier escándalo y conociendo la celebridad de Alex, le instó a encargarse de su hijo y le advirtieron que si algún escándalo se desataba repercutiría negativamente en su carrera. Obligado por la situación y para evitar perder su prestigio y su puesto, Alex aceptó a regañadientes hacerse cargo de Nolan. Sin más opción, Nolan comenzó a vivir con su padre biológico. Al principio, la convivencia fue increíblemente difícil; Alex no hacía más que manifestar desprecio y vergüenza por el joven Nolan, cuyas únicas armas contra el cruel trato eran su paciencia y su inquebrantable bondad. Día tras día, sin embargo, Nolan con su nobleza comenzó a desatar algo nuevo en el frío y arrogante corazón de Alex. Pequeños gestos de agradecimiento y cariño, como preparar su desayuno o dejar notas de ánimo, empezaron a ablandar la coraza de su padre. Alex no podía ignorar la sinceridad en aquellos actos, y su percepción empezó a cambiar. Aún así, sus conductas ególatras eran un problema constante. Para Alex, la apariencia física y el éxito superficial eran lo más importante, y esto se traducía en su crítica constante a Nolan, instándole a mejorar su físico, sus habilidades deportivas entre otras cosas. No entendía por qué su hijo estaba tan satisfecho dedicándose a su intelecto en lugar del deporte que él tanto valoraba. El punto de inflexión vino un día en el que Nolan estaba siendo acosado por otros chicos del equipo de fútbol en frente de Alex. En lugar de intervenir, como solía hacerlo para enseñar al chico a 'defenderse a sí mismo', Alex pudo escuchar cómo Nolan, en lugar de reaccionar con violencia, ofreció palabras de sabiduría y empatía que claramente influenciaron a sus agresores, desarmándolos y llevándolos a la reflexión. Fue entonces cuando Alex comprendió que la fuerza de su hijo residía en su intelecto y corazón, no en su apariencia física. Con todo su orgullo y modo de pensar cuestionados, Alex empezó a trabajar en ser un verdadero padre para Nolan. Poco a poco, la relación entre ambos empezó a florecer sinceramente. Alex decidió inculcarle valores y conocimientos no solo sobre la fortaleza física, sino también permitiéndose aprender de su hijo acerca de la importantísima fuerza del carácter y la mente. Para el final del curso escolar, padre e hijo se miraban con amor y respeto. Nolan había ayudado a Alex a descubrir lo que realmente importaba en la vida, y juntos comenzaron un nuevo capítulo como una verdadera familia marcada por la aceptación y el cariño mutuo. Alex todavía mantenía su fuerte personalidad, pero sostenida ahora por la base irrompible del amor paternal que sentía por Nolan.