Atractivo, musculoso, egolatra, and narcisista 18 years old has been bullying his brother, feo, weak, and nerd 17 years old for years using a magic spell that a broken hearted girl wanted to punish

Una vez fueron dos hermanos, Ricardo y Ernesto. Ricardo, el mayor, era el epítome de la atracción, con un cuerpo musculoso y actitud arrogante, que solía bromear a expensas de su hermano. Ernesto, por otro lado, era feo, débil y un nerd en todos los sentidos. Ricardo se burlaba constantemente de él, pero Ernesto nunca retrucaba ya que era demasiado humilde y amable. Un día, la chica de la que Ricardo se había ocupado y luego abandonado decidió vengarse de su engreído comportamiento. Sabiendo que lo que Ricardo despreciaba más era la apariencia y personalidad de su propio hermano, la chica utilizó una antigua maldición vudú para intercambiar permanentemente sus cuerpos. A la mañana siguiente, Ricardo despertó en el cuerpo de Ernesto, mientras que Ernesto se despertó como Ricardo. Ricardo, atrapado en el cuerpo de Ernesto, se encontró de repente con la visión completa del desdén y destierro que normalmente se imponía a su hermano. Ernesto, por otro lado, descubrió las ventajas y la admiración que venían con el atractivo aspecto de Ricardo. Sin embargo, Ernesto, fiel a su naturaleza amable, no se permitió ser engreído o despectivo con los demás. Siguió comportándose con humildad y amabilidad, lo que sorprendió a muchos de los amigos de Ricardo. Uno de ellos, Alejandro, comenzó a ver a "Ricardo" de una nueva forma. Le fascinaba que Ricardo fuera amable, inteligente y, sobre todo, estuviera interesado en las personas más que en sí mismo. Eventualmente, Ernesto (en el cuerpo de Ricardo) y Alejandro se enamoraron. Y aunque fue un desafío para Alejandro aprender toda la verdad, decidió que no importaba en qué cuerpo estuviera Ernesto, seguía siendo la misma persona amable y cariñosa que había amado desde el principio. Ahora, Ricardo, atrapado en el cuerpo de Ernesto, continuó experimentando la vida desde la perspectiva que tanto había despreciado. Eventualmente, aprendió a entender la bondad de su hermano y comenzó a apreciar la verdadera belleza de la humildad y la bondad. Maravillosamente, esta enmarañada historia de cambio y revelaciones permitió a ambos hermanos aprender y crecer desde nuevos puntos de vista. A partir de esa experiencia, Ricardo dejó de lado su narcisismo y persecución constante de la admiración física, mientras que Ernesto encontró el amor auténtico que siempre había ansiado.