Amor y Venganza: El Juego de Aurelio Casillas → Love and Revenge: Aurelio Casillas' Game

En el corazón azotado por la violencia de México, Aurelio Casillas, conocido como el Señor de los Cielos, había cimentado su reputación como el narco más temido y poderoso. Su imponente presencia, musculoso y atractivo, solía despertar temor y deseo por igual. Sin embargo, en su complejo entramado de relaciones, una sola mujer, Valeria, había tenido la osadía de rechazarlo y traicionarlo, minando su orgullo insaciable. Con la mente perversa de un estratega implacable, Aurelio juró vengarse de Valeria. Descubrió que ella tenía un hermano menor, un joven nerd de 18 años llamado Joaquín, reservado y estudioso, exactamente el opuesto de los hombres con los que Aurelio solía rodearse. Viendo la oportunidad perfecta para su venganza, Aurelio decidió seducir a Joaquín, jugando con sus sentimientos hasta destruir a Valeria desde dentro. Bajo una identidad falsa, Aurelio se presentó como Alejandro, un exitoso empresario. El contraste entre sus dos vidas era un juego que lo mantenía intrigado. Joaquín, fascinado por la inteligencia y el carisma de Alejandro, pronto cayó presa del engaño. Lo que comenzó como un juego de manipulación, sin embargo, se convirtió en algo profundamente personal. Aurelio, por primera vez en su vida, se encontró cautivado, conquistado por el corazón genuino y la ingenuidad de Joaquín. Tratando de subyugar sus crecientes sentimientos, Aurelio intentó refugiarse en los brazos de una de sus amantes, pero no pudo. La imagen de Joaquín, su risa, su pasión por la ciencia y su inocencia lo perseguían. Frustrado y desesperado, Aurelio entendió que había sido atrapado en su propia trampa. Cuando Joaquín mencionó su deseo de presentar a Alejandro a su familia, Aurelio comprendió que el fin de su fachada estaba cerca. En un acto desesperado, decidió confrontar a Valeria. Encontrándola a solas, le declaró su verdadera intención. "Me deshice de ti porque me estorbabas en mi camino. No pienso perder a tu hermano," le susurró al oído mientras la vida se disipaba de sus ojos, "Tranquila, yo voy a cuidarlo y protegerlo." El asesinato de Valeria pasó desapercibido, la fría resolución de Aurelio aseguraba que sus rastros estuvieran borrados. Para Joaquín, la noticia de la muerte de su hermana fue un golpe devastador, pero encontró consuelo en los brazos de Alejandro. Con el tiempo, el joven nerd nunca sospechó la verdad detrás del luto compartido con su amante. Meses después, en una ceremonia discreta pero llena de amor, Joaquín y Alejandro se casaron. Para Joaquín, Alejandro era el empresario exitoso que le había prometido un futuro juntos, sin saber que había unido su vida al temido Señor de los Cielos. Aurelio, por su parte, veía en la unión el triunfo más grande de su vida, dispuesto a hacer cualquier cosa para proteger el amor que ahora lo definía. La dualidad de su existencia se hizo más marcada, pero por primera vez, Aurelio no se sentía dividido. En su mente y en su corazón, el juego había trascendido a una realidad ineludible, y estaba preparado para proteger ese amor a cualquier precio, incluso aunque ese precio fuera su propia alma.