Amor Obsesivo: La Flecha de Cupido

Era un día soleado en la pequeña ciudad de Brooksville High. Jason, el quarterback del equipo de fútbol, paseaba por los pasillos de la escuela con su habitual aire de superioridad. A sus dieciocho años, era el epítome de la popularidad: alto, musculoso, increíblemente atractivo y, además, millonario. Su vida parecía perfecta, pero con toda su arrogancia y vanidad, Jason también tenía un lado oscuro: era el terror de los estudiantes menos afortunados, especialmente de Henry, un nerd de diecisiete años, pequeño, desgarbado y con gafas de gran grosor. Ese fatídico día, Jason y sus amigos habían acorralado a Henry en el patio trasero de la escuela. La burla se había convertido rápidamente en violencia, y como siempre, Henry se resignó a recibir los golpes sin protestar. Pero algo completamente inesperado estaba a punto de ocurrir. En una esquina oculta del patio, Cupido observaba la escena con ojos llenos de desdén. Decidido a castigar la prepotencia de Jason, tomó su arco y lanzó una flecha directa al corazón del quarterback. El cambio en Jason fue casi inmediato. Mientras sus amigos se reían y seguían golpeando a Henry, Jason se quedó inmóvil, con el impacto de la flecha resonando en su ser. Sus ojos se suavizaron al mirar a Henry. Sintió un torrente de emociones que nunca antes había experimentado: un amor intenso, casi doloroso, que lo consumía por dentro. Se apartó de sus amigos y, con una voz inusualmente suave, les ordenó que dejaran de lastimar a Henry. Confundidos pero obedientes, los chicos se alejaron rápidamente. Desconcertado por sus propios sentimientos, Jason se acercó a Henry, pero el nerd lo miró con desconfianza y temor. Sin embargo, su obsesión recién encontrada no permitió que se diera por vencido. Al día siguiente, Jason comenzó a mostrar su impresionante físico de manera más descarada, con la esperanza de seducir a Henry con su cuerpo musculoso. Mujeres y hombres por igual lo miraban con deseo, pero Henry permanecía completamente indiferente. La obsesión de Jason solo se intensificaba. Intentó todo: regalos, favores, incluso ayudas con tareas escolares, pero nada parecía funcionar. Henry seguía sin interesarse. Finalmente, desesperado, Jason ideó un último plan. Una noche, se acercó a Henry con una caja de panes recién horneados. "Lo siento por todo, Henry. Estos son para ti como señal de paz," dijo con una sonrisa forzada. Henry, aún desconfiado pero hambriento, aceptó los panes sin saber que estaban imbuidos con un potente afrodisíaco. Al poco tiempo de comerlos, comenzó a sentir una atracción incontrolable hacia Jason. Antes de poder procesar lo que estaba pasando, se encontró casado con el quarterback, llevado a su lujosa mansión y consumando ese inesperado matrimonio en una noche de pasión. "Ahora eres mío y solo mío. No dejaré que nadie más esté en tu vida," susurró Jason mientras abrazaba a Henry después de hacer el amor. Los días pasaron, y el rumor de su matrimonio se propagó rápidamente por toda la ciudad. Cuando se sentaron a la mesa con los amigos de Jason, él presentó a Henry como su esposo y exigió que lo respetaran. Pero el momento de tranquilidad fue breve. Al pasar el mejor amigo de Henry y saludarlo, Jason se levantó furioso, golpeándolo brutalmente. "Nadie debe saludar ni mirar a mi esposo. Él es solo mío," proclamó Jason con una voz aterradora. Henry, viendo la posesividad y el peligro inminente, intentó calmarlo. "Soy tuyo, amor. ¿Qué te parece si planeamos nuestra luna de miel en la cama después de hacer el amor?" sugirió Henry suavemente. La ira de Jason se disipó, y se dirigieron al vestuario del equipo. Allí, en la intimidad del lugar, consumaron nuevamente su relación con una intensidad que solo pudo haber sido propiciada por la sobrenatural flecha de Cupido. La historia de Jason y Henry se convirtió en una trágica leyenda en Brooksville High, recordándoles a todos que el amor, cuando es forzado y obsesivo, puede ser una cárcel tan dorada como aterradora.