**Amor Entre Cinzas**

**Fuego Ardiente: Trampa de Corazones** Gabriel Montemayor, un hombre conocido por su astucia y determinación, se había propuesto vengarse de los Ferrer. Ellos habían sido responsables de la desaparición de su hermano y le habían arrebatado a Alexa, el amor de su vida. Decidido a entrar en esa familia y devolverles el golpe, Gabriel ideó un plan: conquistar a Doña Irene Ferrer, una mujer elegante y distinguida, con el propósito de destruir desde dentro a los Ferrer. El plan de Gabriel avanzaba perfectamente. Con su encanto y carisma, logró enamorar a Irene y, tras un corto pero apasionado noviazgo, se casaron. Sin embargo, lo que Gabriel no había anticipado era que, en el proceso, él mismo caería en su propia trampa. Contra todos sus pronósticos, el núcleo de hielo que había cubierto su corazón comenzó a derretirse, y Gabriel descubrió que verdaderamente amaba a Irene. Atrapado en un dilema, Gabriel se esforzaba por ocultar los verdaderos motivos que inicialmente lo llevaron a conquistar a Irene. Ahora, su mayor temor era que ella descubriera la verdad de sus intenciones y lo abandonara para siempre. Al mismo tiempo, su vida se complicaba aún más con la reaparición de Fernando, su ex mejor amigo. Fernando, quien siempre había estado secretamente enamorado de Irene, se convirtió en un feroz rival para Gabriel. Los lazos de amistad que antes los unían se habían transformado en odio y rivalidad implacable. La vida de Gabriel tomó un giro determinante una tarde, cuando observó a Irene charlando y riendo con Fernando en el jardín de la hacienda. Los celos comenzaron a arder dentro de él, y perdió el control. En un arrebato de ira, se dirigió hacia ellos, tomó a Irene del brazo y exigió saber qué estaba haciendo con Fernando. La discusión fue intensa y cargada de emoción, y en medio del tumulto, Gabriel la abrazó con fuerza y la besó apasionadamente. Sin detenerse a pensar en las consecuencias, sucumbieron a la pasión del momento, entregándose el uno al otro. Mientras yacían juntos, Gabriel susurró con fervor: "Eres mía y solamente mía". En ese instante, se dio cuenta de que no podría perderla, no podía permitir que la verdad de sus intenciones iniciales destruyera su amor por ella. Ahora, Gabriel tiene la ardua tarea de proteger su amor por Irene mientras enfrenta el constante asedio de Fernando y mantiene oculta su venganza original. Su vida se ha convertido en un delicado equilibrio entre la devoción sincera y el remordimiento por sus oscuros secretos, todo mientras lucha para mantener a su más grande amor a su lado.