**Amor en las Nubes: La Historia de Thor y Eli**

**Título: Leyendas de Amor y Trueno** En los vastos salones de Asgard, brillantes y repletos de tesoros inconmensurables, el dios Thor, conocido por su atractivo irresistible y musculatura imponente, se encontraba sumamente aburrido. A pesar de las muchas aventuras y fervores en la Tierra como Vengador, algo más profundo parecía carecer en su vida. Thor, el poderoso dios del trueno, conocido por su gran martillo Mjölnir y su corazón audaz, ansiaba encontrar algo que ni la gloria ni la adoración de millones podían darle: amor verdadero. Un día, mientras Thor caminaba por las bulliciosas calles de una ciudad terrenal, sus ojos se posaron en un joven llamado Lucas. Lucas tenía 22 años, era físicamente débil y no tan agraciado como otros, pero poseía una nobleza y bondad que irradiaban de su corazón. A diferencia de muchos que se sintieron inmediatamente atraídos por la magnífica apariencia de Thor, Lucas no sucumbió a sus encantos físicos. Él buscaba algo más en una relación: fidelidad, respeto y amor genuino. Intrigado y frustrado por primera vez en siglos, Thor decidió conquistar a Lucas. Sin embargo, sabía que sus habituales encantos no serían suficientes. Recordó las antiguas tácticas vikingas que habían ganado el corazón de muchas doncellas, tácticas que el tiempo había relegado al olvido. Pero Thor estaba decidido; su propósito era claro. En los días que siguieron, Thor comenzó a emplear estas tácticas olvidadas. Recitaba antiguos poemas nórdicos, tales que el viento mismo parecía detenerse a escuchar. Preparaba festines con alimentos traídos de las lejanías de Asgard, deleitando y alimentando el cuerpo de Lucas con sustento mágico. En las noches, encendía hogueras bajo las estrellas, compartiendo cuentos de bravura y leyendas de tiempos antiguos. Lucas, aunque inicialmente desconcertado por los arcaicos métodos de cortejo, empezó a ver la genuinidad y devoción en los ojos de Thor. Vio más allá de los músculos y la belleza; vio un alma ansiosa de amar. Una noche mágica en medio de un prado en el bosque, bajo el resplandor de la luna llena, Thor selló su amor eterno por Lucas. Se arrodilló ante él, mostrándose vulnerable como nunca antes lo había hecho, pidiéndole convertirse en su esposo. Lucas, conmovido por el sincero y auténtico amor del dios, aceptó suavemente. Esa misma noche, en la intimidad de una habitación de hotel, consumaron su matrimonio. Sus cuerpos se unieron en un acto de pasión y devoción, y Thor, en su fervor, realizó un antiguo ritual de fertilidad, evocando bendiciones para que Lucas, aunque humano, pudiera concebir hijos. El ritual fue una danza de poder y deseo, uniendo espiritualmente sus almas y cuerpos para la eternidad. A la mañana siguiente, Lucas despertó confundido al ver un anillo de oro en su dedo y sentir los brazos protectores de Thor a su alrededor. "Buenos días, amor," susurró Thor con ojos llenos de ternura. "Ya conseguí una casa en donde viviremos, protegidos y amados. Esta noche y las siguientes, seguiremos intentando concebir a nuestro primer hijo. Conmigo, tendrás todo amor, y yo seré el protector y sustento de nuestro hogar. Tú, mi amado, solo debes dedicarte al hogar, a nuestros futuros hijos y a mí. Ya he dejado mis marcas, amor. Nadie se atreverá a tocarte. Te amo demasiado." Durante meses, su unión fue una danza ardiente de posesividad y amor. Lucas, aunque al principio asombrado, aprendió a disfrutar y corresponder la intensidad y el salvajismo protector de Thor. Encontró satisfacción en la devoción desbordante del dios y, finalmente, encontró en Thor no solo la pasión, sino también el amor y la fidelidad que siempre había anhelado. Ambos, el dios del trueno y el joven terrenal, crearon una vida juntos llena de magia, pasión y amor verdadero, forjando una nueva leyenda que sería contada por siglos venideros.