A Muscular Wish

Había una vez un joven de 17 años llamado Samuel. Era un nerd apasionado por la tecnología y los videojuegos, pero su vida diaria en la preparatoria no era fácil. Samuel no era particularmente fuerte ni agraciado y, para colmo, era el objetivo predilecto de burlas y acosos por parte de Nick Walker, un fisiculturista de 30 años que trabajaba como entrenador en el gimnasio de la escuela. Un día, buscando un escape de su vida llena de humillaciones, Samuel adquirió una antigua lámpara mágica en una tienda de antigüedades. Al frotarla, un genio apareció y le concedió un único deseo. Desesperado y sin pensar demasiado, Samuel exclamó: “¡Deseo ser Nick Walker!”. La mañana siguiente, Samuel despertó en una habitación desconocida. Al levantarse y mirarse en un espejo de cuerpo entero, se encontró en el cuerpo musculoso y varonil de Nick Walker, vistiendo solo unos ajustados boxers que hacían aún más evidente su nueva y poderosa figura. Mientras se admiraba, flexionó sus músculos y, sintiendo una emoción que nunca antes había experimentado, se dijo a sí mismo: “No volveré a mi antiguo cuerpo, este cuerpo es perfecto. Miren este rostro tan varonil y estos músculos”. Decidido a asegurarse de que su nuevo y deseado cuerpo no fuese arrebatado, Samuel – ahora en el cuerpo de Nick – localizó al verdadero Nick quien ahora habitaba su antiguo y débil cuerpo. Con la ventaja de su nueva apariencia y fuerza, Samuel obligó a Nick a aceptar un acuerdo: Nick nunca revelaría el intercambio de cuerpos bajo ninguna circunstancia. Para vigilarlo más de cerca, Samuel manipuló a Nick para que aceptara ser su novio y mudarse a vivir juntos. La convivencia comenzó con mucha tensión. Samuel, ahora con la confianza y la apariencia de Nick, trataba a Nick (en el cuerpo de Samuel) con un control férreo para asegurar que no dijera nada. Al principio, Nick estaba lleno de humillación y resentimiento, pero con el tiempo, empezaron a compartir más momentos juntos. Nick vio en Samuel (ahora Nick) a una persona apasionada e inteligente, y Samuel empezó a darse cuenta de las luchas y los sentimientos más profundos que Nick escondía detrás de su apariencia musculosa y su acoso. Día tras día, la relación entre Samuel y Nick se fue suavizando y transformando. Samuel, que al principio había recurrido a la venganza y la manipulación, empezó a sentir un genuino cariño por Nick. Vio en él no solo a su antiguo torturador, sino a una persona con miedos e inseguridades similares a las suyas. La convivencia derribó las barreras del odio y transformó sus sentimientos. Eventualmente, Samuel se dio cuenta de que había empezado a enamorarse de Nick. La ironía no pasó desapercibida: el joven nerd y el atractivo fisiculturista no solo habían intercambiado cuerpos, sino también corazones. A pesar de la complejidad de su situación, prefirieron enfrentar el futuro juntos, demostrando que, al final, el verdadero cambio empieza desde adentro. Asumieron que en aquel enredo inusual, ambos encontraron el amor y el respeto mutuo, tanto en la apariencia como en el alma.