A Bizarre Tale of Gumball and His Mama Using a Diaper

En el tranquilo vecindario de Elmore, la familia Watterson comenzó su día como cualquier otro. Gumball y Anais, dos hermanos tramposos y traviesos, estaban hurgando en el armario buscando la máquina de bromas que habían escondido hace tiempo. Hoy tenían un blanco en mente: su madre, Nicole. Habían preparado una broma especialmente embarazosa: hacer que su madre pusiera un pañal. Gumball, con una sonrisita pícara en su cara azul, se escabulló en el armario de su madre y puso cuidadosamente el pañal entre su ropa. Anais, tan cómplice como su hermano, plantó una historia elaborada para convencer a su madre de que había ganado un premio por ser la mejor madre de Elmore, con la condición de que debía vestirse con la ropa que encontraría en su armario. Nicole, llena de emoción y completamente ajena a la broma, se vistió como le habían dicho y salió de la habitación. Richard, su esposo, se quedó atónito al ver a su amada esposa con un pañal encima, pero antes de que pudiera decir nada, Anais le hizo un gesto para que se quedara quieto. Pronto, un olor peculiar comenzó a llenar la habitación, y Nicole se sonrojó al darse cuenta de lo que había ocurrido. Hubo una risa contenida de Gumball y Anais, pero fue cortada en seco cuando su madre los miró bajo sus cejas furrowed. "Muy bien, si les parece tan gracioso, ustedes también usarán pañales. Y no solo en casa, sino en la escuela frente a todos sus amigos", dijo Nicole, su tono final no dejaba lugar a apelaciones. La risa de Gumball y Anais se evaporó tan rápido como había llegado, reemplazada por una mezcla de horror y vergüenza. Así que esa fue la lección que aprendieron: nunca más subestimar a su madre. Aunque estaba segura de que habría más travesuras por venir, por ahora, Nicole se sentía bastante satisfecha consigo misma.