Kono miraba al techo de la sala de operaciones del cuartel general de Hawaii 5-0, intentando mantener la calma mientras el impulso de cubrirse la cara con las manos la abrumaba. "¿Por qué a mí?" pensó mientras el jefe Steve McGarrett le explicaba la misión en la que tendría que hacerse pasar por una bebé para infiltrarse en un grupo de traficantes de artículos para niños.
—Kono, esta es la única manera de conseguir la información que necesitamos sin levantar sospechas —dijo Steve, observando la expresión incrédula y sonrojada de la detective.
Kono asintió con la cabeza, aunque su mente estaba llena de dudas. “¡Qué vergüenza! ¿Realmente tengo que usar un pañal? ¡No puedo creer que este sea mi trabajo!”
El momento llegó, y Kono fue llevada al cuarto donde la esperaba el disfraz. El pañal blanco y grande brillaba bajo la luz fluorescente, y un sonrojo candente tiñó sus mejillas. Con manos temblorosas, se lo puso torpemente. “Solo es para una misión, Kono, sigue diciéndotelo”, pensaba una y otra vez.
Al asomarse al espejo, casi no se reconocía a sí misma. A pesar de su acondicionada musculatura y expresión endurecida por años de trabajo policial, ahora parecía... bueno, como una bebé robusta y crecidita. Sus colegas le dieron algunas palabras de ánimo antes de salir.
La misión fue tensa pero exitosa. Logró captar toda la información crucial durante la reunión clandestina. Cada vez que alguien miraba en su dirección, Kono sonreía de manera angelical y ruidosamente sorbía una botella de leche que llevaba consigo. "Eres una profesional, Kono. Puedes hacer esto. Ya falta poco", se repetía, aunque un rubor constante invadía su rostro.
Cuando regresó al cuartel general con la información vital, pensaba que su pesadilla había terminado. Pero lo peor estaba por venir. Sus colegas la recibieron con aplausos y sonrisas hasta que notaron su atuendo improvisado. El montón de comentarios vergonzosos parecía no tener fin.
—Eh, ¿Kono, necesitas una siesta? —gritó Danny desde el fondo.
—Podemos llamar a una niñera si lo necesitas —sugirió Chin, sin poder contener la risa.
Y en ese momento, Kono sintió una incomodidad en su abdomen. "No puede ser," pensaba desesperada, "no ahora." Pero antes de poder reaccionar, sintió cómo algo cálido y desagradable comenzaba a inundar su pañal. Las risas se apagaron y dieron paso a una serie de jadeos sorprendidos.
—¡Oh, no! —dijo Steve. —Kono, ¿estás bien?
El sonrojo de Kono alcanzó niveles récord. Su rostro reflejaba todo el malestar y la humillación del momento. Grace, una de las analistas, fue la primera en recuperarse.
—Vamos, Kono, te ayudaremos a cambiar eso.
Con una mezcla de enojo y resignación, Kono siguió a sus compañeros al área de limpieza. "Al menos esto pronto terminará," pensaba, tratando de encontrar algún alivio en la situación. Pero, para su asombro y descontento, después de limpiarla, le pusieron otro pañal.
—No podemos correr riesgos; todavía estás en misión, Kono —dijo Steve, apenas aguantando la risa.
Mientras Kono salía del cuarto, aún roja de vergüenza, se prometió a sí misma no volver a subestimar la creatividad de las misiones del 5-0. “El próximo delincuente que arrestemos mejor que sea realmente importante,” pensó, “porque NUNCA voy a olvidar esto.”
This story was generated by user losafg with assistance by one of OpenAI’s large-scale language-generation model; prompts used to help generate the story are shown below.
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Prompt: despues katterine la cargo y la llevo a la sala donde estaban toda sus amigos, kono solo llevaba un pañal y Su familia hicieron comentarios burlescos Y despues katherinne llego y la cargo en su pecho y se bajo su blusa y le enseño su teta a kono y toda sus amigos se sorprendieron y haciendo comentarios (crear comentarios) y kono se negaba a ser amamantada por su amiga y su katherine la obligo y empezo a amamantarla y le decia comentarios como si fuera una bebe (crear comentarios) y kono se sonrojaba y cuando katherine termino de amamantarla le dio palmadas en su espalda y kono eructo y ella se sonrojo Despues sus amigos empiezan a oler un mal olor y se preguntan de donde venia (crear comentario) y se dan cuenta que venia de kono y ella se sonroja y sus amigos hacen comentarios (crear comentarios) y kono avergonzada pide perdon (crear comentario) Y sus amigos les responden (crear comentario) Y la llevan a cambiar su pañal.
Response: Después de que Katterine la llevó a la sala, la pequeña Kono yacía en el suelo solo en pañales, provocando risas en la sala. "¡Mira a la pequeña Kono, parece una verdadera bebé!" comentó uno de los amigos mientras todos se reían. Cuando Katherinne llegó, y ofreció su pecho a Kono para amamantarla, hubo un silencio de shock entre los amigos. "¡Vaya, no me esperaba esto!" exclamó uno de ellos. Kono negaba con la cabeza avergonzada, pero Katherinne la animaba con comentarios paternalistas, "Vamos Kono, eres una bebé, es normal." Kono cada vez más sonrojada no tenía escapatoria. Después de terminar de ser amamantada, Katherine palmeó su espalda. Un fuerte eructo resonó en la sala, causando una ola de risas entre los amigos. "¡Buena chica, Kono! ¿No te sientes mejor ahora?" la felicitó Katherine con una sonrisa. No mucho después, se apoderó de la sala un olor fétido. "¿Qué es ese olor?" preguntó un amigo, arrugando la nariz. Los ojos de todos se posaron en Kono. "¡Parece que nuestra bebé necesita un cambio de pañal!" exclamó uno, provocando más risas. Kono, avergonzada, se disculpó "Lo siento chicos, parece que me he olvidado de mi papel como adulta." "Calmate, Kono", respondió uno de sus amigos. "Todos hemos estado allí. Quizás te gustaría un poco de ayuda con eso?". Entre risas, la llevaron a cambiar su pañal, hacia una nueva etapa de su inusual misión.
Prompt: Escribe una historia de hawaii 5-0, kono usando pañal, ella tenia una mision donde todas las persona deben creer que es una bebe, A ella le ponen un pañal y ella se pone roja de la verguenza y ella estaba sonrojada y en su cabeza hablaba con ella misma (crear comentario) y despues consigue toda la informacion y regresa al cuartel, pero aun seguia con su pañal y sus personas conocidas la vieron y ella se sonroja y se hizo popo en su pañal y sus personas conocidas se sorprendieron y dijieron comentarios vergonsozos y grace se sonrojo, luego sus amigos la ven, y la lleva a cambiar el pañal enojada aun diciendole comentarios, y kono pensaba que solo la iva a limpiar pero para su sorpresa sus amigos le pone otro pañal,
Response: Kono miraba al techo de la sala de operaciones del cuartel general de Hawaii 5-0, intentando mantener la calma mientras el impulso de cubrirse la cara con las manos la abrumaba. "¿Por qué a mí?" pensó mientras el jefe Steve McGarrett le explicaba la misión en la que tendría que hacerse pasar por una bebé para infiltrarse en un grupo de traficantes de artículos para niños. —Kono, esta es la única manera de conseguir la información que necesitamos sin levantar sospechas —dijo Steve, observando la expresión incrédula y sonrojada de la detective. Kono asintió con la cabeza, aunque su mente estaba llena de dudas. “¡Qué vergüenza! ¿Realmente tengo que usar un pañal? ¡No puedo creer que este sea mi trabajo!” El momento llegó, y Kono fue llevada al cuarto donde la esperaba el disfraz. El pañal blanco y grande brillaba bajo la luz fluorescente, y un sonrojo candente tiñó sus mejillas. Con manos temblorosas, se lo puso torpemente. “Solo es para una misión, Kono, sigue diciéndotelo”, pensaba una y otra vez. Al asomarse al espejo, casi no se reconocía a sí misma. A pesar de su acondicionada musculatura y expresión endurecida por años de trabajo policial, ahora parecía... bueno, como una bebé robusta y crecidita. Sus colegas le dieron algunas palabras de ánimo antes de salir. La misión fue tensa pero exitosa. Logró captar toda la información crucial durante la reunión clandestina. Cada vez que alguien miraba en su dirección, Kono sonreía de manera angelical y ruidosamente sorbía una botella de leche que llevaba consigo. "Eres una profesional, Kono. Puedes hacer esto. Ya falta poco", se repetía, aunque un rubor constante invadía su rostro. Cuando regresó al cuartel general con la información vital, pensaba que su pesadilla había terminado. Pero lo peor estaba por venir. Sus colegas la recibieron con aplausos y sonrisas hasta que notaron su atuendo improvisado. El montón de comentarios vergonzosos parecía no tener fin. —Eh, ¿Kono, necesitas una siesta? —gritó Danny desde el fondo. —Podemos llamar a una niñera si lo necesitas —sugirió Chin, sin poder contener la risa. Y en ese momento, Kono sintió una incomodidad en su abdomen. "No puede ser," pensaba desesperada, "no ahora." Pero antes de poder reaccionar, sintió cómo algo cálido y desagradable comenzaba a inundar su pañal. Las risas se apagaron y dieron paso a una serie de jadeos sorprendidos. —¡Oh, no! —dijo Steve. —Kono, ¿estás bien? El sonrojo de Kono alcanzó niveles récord. Su rostro reflejaba todo el malestar y la humillación del momento. Grace, una de las analistas, fue la primera en recuperarse. —Vamos, Kono, te ayudaremos a cambiar eso. Con una mezcla de enojo y resignación, Kono siguió a sus compañeros al área de limpieza. "Al menos esto pronto terminará," pensaba, tratando de encontrar algún alivio en la situación. Pero, para su asombro y descontento, después de limpiarla, le pusieron otro pañal. —No podemos correr riesgos; todavía estás en misión, Kono —dijo Steve, apenas aguantando la risa. Mientras Kono salía del cuarto, aún roja de vergüenza, se prometió a sí misma no volver a subestimar la creatividad de las misiones del 5-0. “El próximo delincuente que arrestemos mejor que sea realmente importante,” pensó, “porque NUNCA voy a olvidar esto.”
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