El sol de la tarde iluminaba el set de "El Wasap de JB" mientras los integrantes del programa se preparaban para filmar un nuevo sketch. Esta vez, la premisa giraba en torno a un ridĂculo casting para un anuncio de productos para bebĂ©s. MartĂn Farfán se estaba colocando un bigote postizo mientras Carlos VĂlchez ajustaba su corbata de colores brillantes. La risa entre amigos resonaba por el estudio.
—¡Gabriela! — llamĂł Jorge Benavides (JB), el lĂder del equipo—, Âżestás lista para tu gran papel?
Gabriela Serpa, con unos enormes ojos de inocencia por detrás de su chupón gigante, asintió entusiasmada. Estaba perfecta en su disfraz de bebé: un enorme pañal, una blusita rosada y un lazo brillante en la cabeza.
—¡Vaya, Gaby! — exclamĂł Carlos VĂlchez mientras intentaba contener la risa — ÂżCĂłmo lograste meterte en ese pañal con ese trasero?
Gabriela, siempre buena para el juego, simplemente se encogiĂł de hombros. No obstante, el comentario de Carlos fue el inicio de una serie de bromas y palmadas en su trasero.
—Yo creo que el pañal es de alta tecnologĂa —se carcajeĂł MartĂn Farfán—, debe ser elástico hasta los confines del universo.
—¡Qué frescos! — respondió Gabriela entre risas —. Solo no lo jalen demasiado, no quiero mostrarles más de lo que deben ver...
JB, observando la dinámica, decidió tomar el control. —¡Está bien, está bien, vamos a comenzar el casting!
Por su parte, Dayanita se aproximó sosteniendo un sonajero gigante y una botella de leche tamaño XXL.
—Gabriela, ahora quiero que hagas una rabieta. Aquà tienes un sonajero —indicó JB.
Gabriela tomĂł el sonajero y comenzĂł a patear el suelo con energĂa, agitándolo como si fuera un relámpago. Carlos no aguantĂł la risa y tuvo que cubrirse la boca.
—¡Uy! ¡Bebé enojada! — gritó Dayanita, imitándola.
—Ahora, Gaby, quiero que gatees por el suelo. Imagina que estás buscando un chupón — continuó JB.
Gabriela, con una gracia inesperada, comenzĂł a gatear por el suelo del set, moviĂ©ndose de un lado a otro mientras hacĂa sonidos de bebĂ©. El equipo no podĂa contener las carcajadas.
De repente, en medio de la actuación, Carlos frunció el ceño y olfateó el aire.
—Oigan... ¿No huelen algo raro? — preguntó.
MartĂn levantĂł la cabeza y tomĂł una gran bocanada de aire. —SĂ, parece que alguien ha hecho popĂł.
Todos se miraron alrededor tratando de identificar el origen del olor.
Entonces, Dayanita señaló a Gabriela, quien estaba visiblemente sonrojada.
—¡Es demanda de pañal urgente! —exclamó con voz ingenua.
Al principio, Gabriela fue tomada por sorpresa, pero luego no pudo evitar la risa. —Chicos, no puede ser. ¡Solo estoy actuando!
JB, sin perder la oportunidad, decidiĂł continuar con el show. —¡Bueno, parece que nuestro bebĂ© necesita un cambio de pañal de emergencia! MartĂn, Carlos, ¡ustedes son los encargados!
MartĂn y Carlos trataron de acercarse a Gabriela con una bolsa de pañales nuevos en la mano, aguantando la respiraciĂłn contra el “olor”.
—¡Matanga dijo la changa! — exclamĂł MartĂn, haciendo un alarde ridĂculo de valor, y procedieron a “cambiarle” el pañal de manera exageradamente teatral.
Las risas del equipo se podĂan escuchar hasta el otro lado del set. Todos sabĂan que era una broma, pero la situaciĂłn y la ingenuidad de Gaby hacĂan que la escena fuera hilarante.
Carlos, alzando uno de los pañales, rematĂł con la frase del dĂa. —¡Este pañal tiene más trabajo que la oficina de Rappi en cuarentena!
Hasta JB, que intentaba mantener la compostura, no pudo evitar reĂrse a carcajadas. Gabriela finalmente se dejĂł caer en el suelo, riendo tan fuerte que acabĂł con lágrimas en los ojos.
Fue una tarde de risas interminables y uno de esos momentos que reafirmaba por quĂ© el equipo de "El Wasap de JB" era tan querido por su audiencia. Tal vez no siempre fueran polĂticamente correctos, pero sabĂan cĂłmo sacarle una carcajada hasta al bebĂ© más gruñón del PerĂş.
This story was generated by user stephano49 with assistance by one of OpenAI’s large-scale language-generation model; prompts used to help generate the story are shown below.
Images were generated with OpenAI's AI system, DALL·E 2, or uploaded by the user.
Prompt: Escribe, una historia sobre el programa comico peruano "El wasap de JB", donde estaban haciendo un sketch de casting, donde cada integrante esta disfrazado de un personaje, y en donde Gabriela Serpa se disfrazo de una bebe, y sus amigos se preguntaron de como cabia el pañal en su gran trasero, y le dieron palmads en su gran trasero, en el casting le hicieron hacer cosas de una bebe (tu crea las cosas de bebes), y en un momento sus comoañeros olieron un olor desagradable y se preguntaron de donde venia, y se dieron cuenta que venia de gabriela, y ella estaba sonrojada, y sus compañeros hicieron comentarios burlescos. Que la historia tenga dialogos y que sea larga.
Response: El sol de la tarde iluminaba el set de "El Wasap de JB" mientras los integrantes del programa se preparaban para filmar un nuevo sketch. Esta vez, la premisa giraba en torno a un ridĂculo casting para un anuncio de productos para bebĂ©s. MartĂn Farfán se estaba colocando un bigote postizo mientras Carlos VĂlchez ajustaba su corbata de colores brillantes. La risa entre amigos resonaba por el estudio. —¡Gabriela! — llamĂł Jorge Benavides (JB), el lĂder del equipo—, Âżestás lista para tu gran papel? Gabriela Serpa, con unos enormes ojos de inocencia por detrás de su chupĂłn gigante, asintiĂł entusiasmada. Estaba perfecta en su disfraz de bebĂ©: un enorme pañal, una blusita rosada y un lazo brillante en la cabeza. —¡Vaya, Gaby! — exclamĂł Carlos VĂlchez mientras intentaba contener la risa — ÂżCĂłmo lograste meterte en ese pañal con ese trasero? Gabriela, siempre buena para el juego, simplemente se encogiĂł de hombros. No obstante, el comentario de Carlos fue el inicio de una serie de bromas y palmadas en su trasero. —Yo creo que el pañal es de alta tecnologĂa —se carcajeĂł MartĂn Farfán—, debe ser elástico hasta los confines del universo. —¡QuĂ© frescos! — respondiĂł Gabriela entre risas —. Solo no lo jalen demasiado, no quiero mostrarles más de lo que deben ver... JB, observando la dinámica, decidiĂł tomar el control. —¡Está bien, está bien, vamos a comenzar el casting! Por su parte, Dayanita se aproximĂł sosteniendo un sonajero gigante y una botella de leche tamaño XXL. —Gabriela, ahora quiero que hagas una rabieta. AquĂ tienes un sonajero —indicĂł JB. Gabriela tomĂł el sonajero y comenzĂł a patear el suelo con energĂa, agitándolo como si fuera un relámpago. Carlos no aguantĂł la risa y tuvo que cubrirse la boca. —¡Uy! ¡BebĂ© enojada! — gritĂł Dayanita, imitándola. —Ahora, Gaby, quiero que gatees por el suelo. Imagina que estás buscando un chupĂłn — continuĂł JB. Gabriela, con una gracia inesperada, comenzĂł a gatear por el suelo del set, moviĂ©ndose de un lado a otro mientras hacĂa sonidos de bebĂ©. El equipo no podĂa contener las carcajadas. De repente, en medio de la actuaciĂłn, Carlos frunciĂł el ceño y olfateĂł el aire. —Oigan... ÂżNo huelen algo raro? — preguntĂł. MartĂn levantĂł la cabeza y tomĂł una gran bocanada de aire. —SĂ, parece que alguien ha hecho popĂł. Todos se miraron alrededor tratando de identificar el origen del olor. Entonces, Dayanita señalĂł a Gabriela, quien estaba visiblemente sonrojada. —¡Es demanda de pañal urgente! —exclamĂł con voz ingenua. Al principio, Gabriela fue tomada por sorpresa, pero luego no pudo evitar la risa. —Chicos, no puede ser. ¡Solo estoy actuando! JB, sin perder la oportunidad, decidiĂł continuar con el show. —¡Bueno, parece que nuestro bebĂ© necesita un cambio de pañal de emergencia! MartĂn, Carlos, ¡ustedes son los encargados! MartĂn y Carlos trataron de acercarse a Gabriela con una bolsa de pañales nuevos en la mano, aguantando la respiraciĂłn contra el “olor”. —¡Matanga dijo la changa! — exclamĂł MartĂn, haciendo un alarde ridĂculo de valor, y procedieron a “cambiarle” el pañal de manera exageradamente teatral. Las risas del equipo se podĂan escuchar hasta el otro lado del set. Todos sabĂan que era una broma, pero la situaciĂłn y la ingenuidad de Gaby hacĂan que la escena fuera hilarante. Carlos, alzando uno de los pañales, rematĂł con la frase del dĂa. —¡Este pañal tiene más trabajo que la oficina de Rappi en cuarentena! Hasta JB, que intentaba mantener la compostura, no pudo evitar reĂrse a carcajadas. Gabriela finalmente se dejĂł caer en el suelo, riendo tan fuerte que acabĂł con lágrimas en los ojos. Fue una tarde de risas interminables y uno de esos momentos que reafirmaba por quĂ© el equipo de "El Wasap de JB" era tan querido por su audiencia. Tal vez no siempre fueran polĂticamente correctos, pero sabĂan cĂłmo sacarle una carcajada hasta al bebĂ© más gruñón del PerĂş.
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