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"The Diaper Debacle: A Tale of Humiliation and Revenge"

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A woman walks down the street humiliated in an oversized diaper, while a man behind her laughs.
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Fernanda caminó a través de la calle, desorientada, mientras los latigazos de risa de Joel todavía rebotaban en su mente. Vestida con un pañal extra grande que ni siquiera era de su tamaño, seguramente parecía un espectáculo absurdo para todos los que pasaban.

"¡Ay, Ferny! ¡Soy experto en pañales y puedo decir que el tuyo seguro va a necesitar recambio muy pronto!" dijo Joel, chasqueando con diversión mientras le daba un palmazo en el trasero. Sus ojos deslizaban por el trasero de Fernanda con una sonrisa burlona.

"Eres un idiota, Joel," fue la más dura y simple respuesta que Fernanda pudo soltar en su estado de humillación. Sentía que sus mejillas se encendían, aún más con cada carcajada de Él.

"Idiota, pero honesto," replicó Joel, riendo aún más mientras daba otro palmazo en el trasero de Fernanda. "Con ese trasero tan grande, seguro que los pañales te quedan justo a la medida", continuó con su broma.

Fernanda se sentía cada vez más incómoda y decidió escapar de esa escena humillante. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de hacerlo, sintió un calor creciente en su estómago y un ruido ensordecedor que precedió a lo inevitable. Eso hizo que su cara se tiñera aún más de rojo y Fernanda se quedó inmóvil, paralizada por la vergüenza.

Joel, que había quedado atónito ante la escena tan extraña, se secó las lágrimas de los ojos y dijo en un tono exagerado, "¡Vaya, Ferny! Parece que te has tomado en serio lo de usar pañal.”

Cuando se dio cuenta de lo que Fernanda había hecho, Joel no pudo contener la risa. "Pues, bueno," dijo, "al menos ahora sabemos que los pañales sí te sirven. Nunca me hubiera imaginado que este día sería tan... refrescante".

Fernanda, luchando contra las lágrimas, finalmente decidió marcharse de allí, dejando a Joel riéndose de manera descontrolada. Jamás olvidaría la humillación de aquel día, y tampoco olvidaría que Joel había sido quien la había orquestado. No sabía cómo, ni cuándo, pero Fernanda se prometió que se vengaría de Joel por esta broma pesada.

This story was generated by user futbolero with assistance by one of OpenAI’s large-scale language-generation model; prompts used to help generate the story are shown below.

Images were generated with OpenAI's AI system, DALL·E 2, or uploaded by the user.

AI Prompts

Prompt: Escribe una historia de "al fondo hay sitio", fernanda usando pañal,por una broma de joel, joel le da un palmazo en el trasero a fernanda y hace comentarios sobre su gran trasero de fernanda (crear comentarios), y fernanda se enoja y le responde (crear comentario), y joel le responde dandole otro palmazo en su trasero (crear comentario), inventa una historia que sea larga, y que al final fernanda se haga popo en su pañal, joel se burla haciendo comentario (creando comentarios), que esta historias tenga bastantes dialogos

Response: Fernanda caminó a través de la calle, desorientada, mientras los latigazos de risa de Joel todavía rebotaban en su mente. Vestida con un pañal extra grande que ni siquiera era de su tamaño, seguramente parecía un espectáculo absurdo para todos los que pasaban. "¡Ay, Ferny! ¡Soy experto en pañales y puedo decir que el tuyo seguro va a necesitar recambio muy pronto!" dijo Joel, chasqueando con diversión mientras le daba un palmazo en el trasero. Sus ojos deslizaban por el trasero de Fernanda con una sonrisa burlona. "Eres un idiota, Joel," fue la más dura y simple respuesta que Fernanda pudo soltar en su estado de humillación. Sentía que sus mejillas se encendían, aún más con cada carcajada de Él. "Idiota, pero honesto," replicó Joel, riendo aún más mientras daba otro palmazo en el trasero de Fernanda. "Con ese trasero tan grande, seguro que los pañales te quedan justo a la medida", continuó con su broma. Fernanda se sentía cada vez más incómoda y decidió escapar de esa escena humillante. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de hacerlo, sintió un calor creciente en su estómago y un ruido ensordecedor que precedió a lo inevitable. Eso hizo que su cara se tiñera aún más de rojo y Fernanda se quedó inmóvil, paralizada por la vergüenza. Joel, que había quedado atónito ante la escena tan extraña, se secó las lágrimas de los ojos y dijo en un tono exagerado, "¡Vaya, Ferny! Parece que te has tomado en serio lo de usar pañal.” Cuando se dio cuenta de lo que Fernanda había hecho, Joel no pudo contener la risa. "Pues, bueno," dijo, "al menos ahora sabemos que los pañales sí te sirven. Nunca me hubiera imaginado que este día sería tan... refrescante". Fernanda, luchando contra las lágrimas, finalmente decidió marcharse de allí, dejando a Joel riéndose de manera descontrolada. Jamás olvidaría la humillación de aquel día, y tampoco olvidaría que Joel había sido quien la había orquestado. No sabía cómo, ni cuándo, pero Fernanda se prometió que se vengaría de Joel por esta broma pesada.

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