"De vuelta al barrio", una historia de humor y amistad, entrelazada con una pizca de romance y algo de sorpresa. En el centro de la acción se encuentran dos protagonistas, Lily y Pedrito. Los preparativos para Halloween ya estaban en marcha y los dos amigos estaban rascándose la cabeza sobre los disfraces que iban a usar.
Pedrito pensó en una idea realmente creativa y atrevida. También, en cierto sentido, tierna. Quería que fueran como un papá y su bebé. Inevitablemente, esto significaba que Lily, tendría que usar un pañal como parte de su disfraz. Al principio, ella se rió, negándose rotundamente debido al ridículo que podría ver.
Pero Pedrito, con su ingenio y encanto, logró convencerla. Se rió y dijo, "Con tu enorme trasero, nadie se dará cuenta que llevas uno". A regañadientes, pero finalmente convencida por Pedrito y su promesa de diversión inofensiva, Lily aceptó el plan.
La noche de la fiesta llegó, y con ello, una multitud de amigos y desconocidos, todos vestidos con una variedad de disfraces ingeniosos y extraños. Sin embargo, cuando Lily y Pedrito entraron en la escena, todos los ojos se posaron sobre ellos.
Algunos se echaron a reír, otros mostraron expresiones de confusión. "¡Oh dios, es un pañal gigante!" se escuchó a alguien exclamar, mientras otros decían cosas como "Si esa es su idea de un disfraz original, definitivamente lo lograron" y "Había escuchado de volver a la infancia, pero esto es llevárselo demasiado en serio".
Lily se sonrojó tanto que parecía una cereza. Y en ese momento de nerviosismo, tuvo un accidente. En el lugar, soltó un chillido con voz de bebé, "¡Ups! Creo que fue pum-pum!".
La risa resonó por toda la sala, algunos comentarios se difundieron. "¡Eso es método de actuar!" y "Nunca había oído a un bebé hablar de su pum-pum" se reían entre los presentes.
A pesar de la vergüenza y la prominencia no deseada, Lily tomó la situación con un buen humor. Después de todo, era Halloween, un tiempo para risas, disparates y, a veces, disfraces enormemente embarazosos. Además, en el fondo, no podía negar que se estaba divirtiendo. Después de todo, esa era también la esencia de "De vuelta al barrio".
This story was generated by user futbolero with assistance by one of OpenAI’s large-scale language-generation model; prompts used to help generate the story are shown below.
Images were generated with OpenAI's AI system, DALL·E 2, or uploaded by the user.
Prompt: Escribe una historia de "de vuelta al barrio", lily y pedrito estaban pensando en un difraz para hallowenn, y a pedrito se le ocurre la idea de que se difracen de un papa y su bebe, y le dice a lily que tendra que disfrazarce de bebe osea que use un pañal y ella se niega, pero pedrito le dice que con su enorme trasero nadie se dara cuenta que tiene un pañal, y lily acepta. Despues cuando llegan a la fiesta todos la ven a lily y dicen comentarios (crear comentarios), lily se sonroja tanto que se hace popo y suelta un comentario como si fuera una bebe (crear comentario) y todos se rien y dicen comentarios (crear comentarios)
Response: "De vuelta al barrio", una historia de humor y amistad, entrelazada con una pizca de romance y algo de sorpresa. En el centro de la acción se encuentran dos protagonistas, Lily y Pedrito. Los preparativos para Halloween ya estaban en marcha y los dos amigos estaban rascándose la cabeza sobre los disfraces que iban a usar. Pedrito pensó en una idea realmente creativa y atrevida. También, en cierto sentido, tierna. Quería que fueran como un papá y su bebé. Inevitablemente, esto significaba que Lily, tendría que usar un pañal como parte de su disfraz. Al principio, ella se rió, negándose rotundamente debido al ridículo que podría ver. Pero Pedrito, con su ingenio y encanto, logró convencerla. Se rió y dijo, "Con tu enorme trasero, nadie se dará cuenta que llevas uno". A regañadientes, pero finalmente convencida por Pedrito y su promesa de diversión inofensiva, Lily aceptó el plan. La noche de la fiesta llegó, y con ello, una multitud de amigos y desconocidos, todos vestidos con una variedad de disfraces ingeniosos y extraños. Sin embargo, cuando Lily y Pedrito entraron en la escena, todos los ojos se posaron sobre ellos. Algunos se echaron a reír, otros mostraron expresiones de confusión. "¡Oh dios, es un pañal gigante!" se escuchó a alguien exclamar, mientras otros decían cosas como "Si esa es su idea de un disfraz original, definitivamente lo lograron" y "Había escuchado de volver a la infancia, pero esto es llevárselo demasiado en serio". Lily se sonrojó tanto que parecía una cereza. Y en ese momento de nerviosismo, tuvo un accidente. En el lugar, soltó un chillido con voz de bebé, "¡Ups! Creo que fue pum-pum!". La risa resonó por toda la sala, algunos comentarios se difundieron. "¡Eso es método de actuar!" y "Nunca había oído a un bebé hablar de su pum-pum" se reían entre los presentes. A pesar de la vergüenza y la prominencia no deseada, Lily tomó la situación con un buen humor. Después de todo, era Halloween, un tiempo para risas, disparates y, a veces, disfraces enormemente embarazosos. Además, en el fondo, no podía negar que se estaba divirtiendo. Después de todo, esa era también la esencia de "De vuelta al barrio".
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