Título: "Un Deseo Desatinado"
Era un día tranquilo en la Corporación de Cápsulas. Un silencio inusual se había apoderado de la casa. El suspendido aliento de la quietud fue interrumpido cuando Trunks, con un brillo travieso en sus ojos, tomó la esfera del dragón de cuatro estrellas.
Trunks suspiró y, con una cara ligeramente descolorida, musitó, "Deseo que mamá vuelva a ser un bebé por un día..."
El cielo tembló, y Shenlong, el dragón sagrado, emergió. "Tu deseo será concedido", rosnó, y antes de que Trunks pudiera corregir su error, la enorme serpiente se esfumó en una brillante luz verde.
Bulma se convirtió de golpe en su versión más joven, pero con un nuevo detalle... llevaba un pañal. Trunks se quedó horrorizado, y Vegeta, que había estado en el otro extremo de la sala, no pudo evitar estallar en risas.
"Diantres, Trunks," se mofó Vegeta. "¡Quizás el pañal sea el complemento perfecto para el gran trasero de tu madre!" Bulma, a pesar de su estado, lanzó a Vegeta una mirada mortífera que le borró la sonrisa de la cara.
Antes de que nadie pudiera comentar nada más, Krillin se presentó en la puerta, con una expresión de confusión al ver a Bulma. "Espera... ¿Bulma, es esa tu... ropa interior de niña? Jaco me contó sobre tu trasero, pero esto es... un poco raro". La risa de Vegeta hizo eco en la sala de nuevo.
Poco después, Goku y los otros llegaron para una visita improvisada. Después de explicar la situación, todos murmuraron comentarios desatinados y bromas a expensas de Bulma. Piccolo parecía particularmente divertido: "Es curioso, Bulma. Tu trasero ahora puede eclipsar la luna así como Goku en su forma de mono gigante."
Mientras tanto, Trunks, lleno de remordimiento, se propuso corregir el deseo desatinado. Pidiendo ayuda a los demás, decidió recolectar las esferas del dragón restantes para revertir la situación.
Al final del día, aunque embarazoso, resultó ser un recuerdo memorable para todos. Una vez convertida de nuevo en adulta, Bulma se vengó haciendo mejorar los trajes de combate de todos... excepto, por supuesto, los de Vegeta, a quien le hizo usar un pañal gigante durante una semana entera. La risa de Goku podía oírse a kilómetros de distancia.
Por lo tanto, esta extraña historia de Dragon Ball Z concluye con una moraleja divertida: ten cuidado con lo que deseas, porque puede resultar más cómico de lo que esperabas.
This story was generated by user futbolero with assistance by one of OpenAI’s large-scale language-generation model; prompts used to help generate the story are shown below.
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Prompt: Escribe una historia de dbz, bulma usando pañal, por un deso de trunks que se entedio mal, que la historias tenga dialogos, comentarios desatinados, momentos vengonsozos,y comentarios sobre el gran trasero de bulma,etc
Response: Título: "Un Deseo Desatinado" Era un día tranquilo en la Corporación de Cápsulas. Un silencio inusual se había apoderado de la casa. El suspendido aliento de la quietud fue interrumpido cuando Trunks, con un brillo travieso en sus ojos, tomó la esfera del dragón de cuatro estrellas. Trunks suspiró y, con una cara ligeramente descolorida, musitó, "Deseo que mamá vuelva a ser un bebé por un día..." El cielo tembló, y Shenlong, el dragón sagrado, emergió. "Tu deseo será concedido", rosnó, y antes de que Trunks pudiera corregir su error, la enorme serpiente se esfumó en una brillante luz verde. Bulma se convirtió de golpe en su versión más joven, pero con un nuevo detalle... llevaba un pañal. Trunks se quedó horrorizado, y Vegeta, que había estado en el otro extremo de la sala, no pudo evitar estallar en risas. "Diantres, Trunks," se mofó Vegeta. "¡Quizás el pañal sea el complemento perfecto para el gran trasero de tu madre!" Bulma, a pesar de su estado, lanzó a Vegeta una mirada mortífera que le borró la sonrisa de la cara. Antes de que nadie pudiera comentar nada más, Krillin se presentó en la puerta, con una expresión de confusión al ver a Bulma. "Espera... ¿Bulma, es esa tu... ropa interior de niña? Jaco me contó sobre tu trasero, pero esto es... un poco raro". La risa de Vegeta hizo eco en la sala de nuevo. Poco después, Goku y los otros llegaron para una visita improvisada. Después de explicar la situación, todos murmuraron comentarios desatinados y bromas a expensas de Bulma. Piccolo parecía particularmente divertido: "Es curioso, Bulma. Tu trasero ahora puede eclipsar la luna así como Goku en su forma de mono gigante." Mientras tanto, Trunks, lleno de remordimiento, se propuso corregir el deseo desatinado. Pidiendo ayuda a los demás, decidió recolectar las esferas del dragón restantes para revertir la situación. Al final del día, aunque embarazoso, resultó ser un recuerdo memorable para todos. Una vez convertida de nuevo en adulta, Bulma se vengó haciendo mejorar los trajes de combate de todos... excepto, por supuesto, los de Vegeta, a quien le hizo usar un pañal gigante durante una semana entera. La risa de Goku podía oírse a kilómetros de distancia. Por lo tanto, esta extraña historia de Dragon Ball Z concluye con una moraleja divertida: ten cuidado con lo que deseas, porque puede resultar más cómico de lo que esperabas.
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