La sobreprotectora Reyna parecía dispuesta a encerrar a su hija Shirley en la casa a toda costa. Una de sus herramientas de control era seguir de cerca todos sus movimientos para evitar que se escape. Agobiada por la constante vigilancia de su madre y desesperada por encontrar una vía de escape, Shirley conspiró con su hermano Joel en un plan risible por su simplicidad y audacia.
“Ponete este pañal y metete en el coche de bebé,” le dijo Joel a Shirley, mientras le mostraba una pilas de pañales y el coche de bebé.
"Eso nunca va a funcionar. No soy suficientemente pequeña como para pasar por bebé", bromeó Shirley.
Rápidamente, antes de que Shirley pudiera rechazar el plan, Joel le dio una nalgada juguetona, lo que provocó un grito de dolor de la chica.
"Si seguís siendo llorona como un bebé, tal vez sea más fácil hacerse pasar por uno", le dijo sonriente Joel antes de ayudarle a ponerse el pañal.
Una vez disfrazada y en el coche, salieron al exterior, tomando por sorpresa a una curiosa reportera que justo pasaba por el lugar observando la peculiar escena. Al ver a "la bebé” desde lejos, pareció muy convencida de que se trataba de un infante y se acercó a Joel.
"Parece que tu hija se hizo popó", comentó, apuntando a un trasero demasiado grande para un bebé.
Joel, luchando por mantener la compostura y no reírse, musitó para sí mismo: "Ese es el gran trasero de Shirley, sin lugar a dudas".
Percibiendo la incomodidad de "la bebé", la reportera le puso un chupete en la boca a Shirley que, sorprendida, se sonrojó intensamente. Pasaron unos segundos y un olor inconfundible llegó a la nariz de Joel.
"Parece que nuestra farsa está resultando un poco demasiado realista", dijo Joel, tratando de ocultar su asombro. Shirley, también sonrojada pero más por la vergüenza, rápidamente se defendió.
"Cállate Joel, menos mal que no soy realmente un bebé, ¡o ya te habría mordido!"
Aunque su plan estuvo plagado de sorpresas inusuales y algo desagradables, en última instancia, lograron hacer reírse a todos y aprender una valiosa lección: a veces no hay que tomar todo tan en serio.
This story was generated by user futbolero with assistance by one of OpenAI’s large-scale language-generation model; prompts used to help generate the story are shown below.
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Prompt: Escribe una historia de "al fondo hay sitio", shirley usando pañal para escapar de su mama reyna, joel le dijo a su hermana shirley que se pusiera un pañal y que se metiera en el coche de bebe para escapar, ella se niega y el le da una nalgada y ella grita de dolor y despues el le dice un comentario y le pone el pañal (crear comentario), al salir una reportera mira dentro del coche y la ve y piensa que es una bebe, y le dice a joel que su hija se hizo popo porque su trasero estaba grande y el en su mente se dice que ese es el gran trasero de shirley(crear comentario) y despues la reportera le pone un chupete en la boca a shirley, y ella se sonroja y pasaron unos segundos y un olor feo llega a la nariz de joel y se da cuenta que shirley se habia hecho popo y le dice un comentario (crear comentario) y ella se sonroja y le dice un comentario (crear comentario)
Response: La sobreprotectora Reyna parecía dispuesta a encerrar a su hija Shirley en la casa a toda costa. Una de sus herramientas de control era seguir de cerca todos sus movimientos para evitar que se escape. Agobiada por la constante vigilancia de su madre y desesperada por encontrar una vía de escape, Shirley conspiró con su hermano Joel en un plan risible por su simplicidad y audacia. “Ponete este pañal y metete en el coche de bebé,” le dijo Joel a Shirley, mientras le mostraba una pilas de pañales y el coche de bebé. "Eso nunca va a funcionar. No soy suficientemente pequeña como para pasar por bebé", bromeó Shirley. Rápidamente, antes de que Shirley pudiera rechazar el plan, Joel le dio una nalgada juguetona, lo que provocó un grito de dolor de la chica. "Si seguís siendo llorona como un bebé, tal vez sea más fácil hacerse pasar por uno", le dijo sonriente Joel antes de ayudarle a ponerse el pañal. Una vez disfrazada y en el coche, salieron al exterior, tomando por sorpresa a una curiosa reportera que justo pasaba por el lugar observando la peculiar escena. Al ver a "la bebé” desde lejos, pareció muy convencida de que se trataba de un infante y se acercó a Joel. "Parece que tu hija se hizo popó", comentó, apuntando a un trasero demasiado grande para un bebé. Joel, luchando por mantener la compostura y no reírse, musitó para sí mismo: "Ese es el gran trasero de Shirley, sin lugar a dudas". Percibiendo la incomodidad de "la bebé", la reportera le puso un chupete en la boca a Shirley que, sorprendida, se sonrojó intensamente. Pasaron unos segundos y un olor inconfundible llegó a la nariz de Joel. "Parece que nuestra farsa está resultando un poco demasiado realista", dijo Joel, tratando de ocultar su asombro. Shirley, también sonrojada pero más por la vergüenza, rápidamente se defendió. "Cállate Joel, menos mal que no soy realmente un bebé, ¡o ya te habría mordido!" Aunque su plan estuvo plagado de sorpresas inusuales y algo desagradables, en última instancia, lograron hacer reírse a todos y aprender una valiosa lección: a veces no hay que tomar todo tan en serio.
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