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"Diapers and Decibels: Rosalía's Musical Misadventure"

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A humorous image depicting a singer, Rosalía, reluctantly wearing a giant diaper on a music video set, surrounded by a laughing production team. The scene captures the singer's embarrassed yet playful expression as she embraces the bizarre wardrobe choice.
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Rosalía estaba teniendo un día típico en el estudio de grabación. Las luces cálidas daban un ambiente acogedor, y los ritmos electrónicos emergían constantemente donde quiera que ella mirase.

–¿Otra vez con esa secuencia de acordes? –bromeó Rosalía al ver a su productor, Carlos, jugueteando con el sintetizador–. Ya sabes que a mí me gusta más el palo santo.

Carlos sonrió con ese aire de travesura que siempre llevaba consigo. Lo cierto es que llevaba todo el día planificando una broma especialmente ridícula para su amiga cantante, deseando darle algo para reír durante esas sesiones interminables de grabación.

–Hablando de palo santo –dijo Carlos con un brillo en los ojos–, tengo un regalo especial para ti. Es parte del "nuevo look" que tenemos planeado para tu próximo video musical.

Antes de que Rosalía pudiera protestar, Carlos le entregó un paquete envuelto en papel brillante. Rosalía resopló, con una mezcla de curiosidad y ligera preocupación.

–¿Qué es esto? –preguntó mientras lo desenvolvía.

En cuanto sus dedos terminaron de deshacer el envoltorio, quedó completamente boquiabierta. Allí, en medio de la sala, estaba un pañal blanco y esponjoso.

–¡Estás de broma! –exclamó ella, sintiendo cómo el color rojo comenzaba a pintar sus mejillas.

Carlos apenas contenía la risa. –Es para el video, mbapallera. Quiero que experimentes con un look más vanguardista.

Rosalía, incrédula, soltó una carcajada. –¡No pienso usar esto!

–Venga, Rosita, a ver si tienes narices de ponértelo. –Carlos insistió socarronamente.

Después de un intenso cruce de miradas y alguna que otra amenaza de venganza, Rosalía se dejó convencer. Rápidamente, el equipo de producción se reunió, listo para el "ajuste de vestuario". No podían evitar los murmullos y los jueguecitos.

–Madre mía, señorita Rosalía –dijo uno de los ayudantes–, ¿tan grande es ese trueno?

Rosalía, con los labios fruncidos y el color rojizo en las mejillas, intentaba mantener la compostura. Se sentía extremadamente incómoda, pero al mismo tiempo, una risilla irónica escapaba de su boca.

–Si, es potente –respondió con una sonrisa nerviosa–. ¡Cuidado, que os puede castigar de un solo tamborazo!

Los comentarios no cesaban. –¡Ese trasero podría tener su propio pase VIP! –agregó otro miembro del equipo, arrancando nuevamente risas de todos.

Pero la cosa no terminó ahí. Al terminar de ajustar el pañal y mientras caminaba, Rosalía sintió un golpecito en su nalga derecha seguido por el eco de una sonora palmada.

–¡Ay! –se quejó entre risas–. La próxima vez, ¡al menos avísame!

Carlos se acercó, riendo a carcajadas. –Oh, vamos, Rosita. Es todo por el arte. Este será un video que no olvidarán.

Rosalía respondió con una mirada incrédula. –¿Por el arte? ¡Esto parece más una parodia de bebé mutante! –bromeó mientras caminaba, moviendo las caderas de manera exagerada y haciendo que el pañal crujiera.

Incluso así, Carlos y el equipo no podían evitar lanzar otra tanda de bromas. –Ahora sí que estás preparada para cantar "Con Altura", con esa cosa que tienes ahí –dijo Carlos mientras aplaudía con diversión.

Finalmente, Rosalía se plantó en el set de grabación, aún con su sonrojo, mirando a la cámara con ojos juguetones y firmes. –Está bien, chicos. Esto termina aquí. Pero recordad que la venganza es un plato que se sirve con mucho, mucho flow.

Y con eso, la sesion de grabación continuó, llena de risas y, claro, algunas bromas sobre el gran y acrecentado trasero de Rosalía. Y aunque ella seguía sonrojada y proponiendo venganzas, todos sabían que esas eran las sesiones que se recordaban para siempre, incluso con quirúrgicas palmadas incluidas.

This story was generated by user losafg with assistance by one of OpenAI’s large-scale language-generation model; prompts used to help generate the story are shown below.

Images were generated with OpenAI's AI system, DALL·E 2, or uploaded by the user.

AI Prompts

Prompt: Escribe una historia, rosalia la cantante española usando pañal por una broma de su productor pero ello no quiere y se sonroja. Que la historia sea larga y con dialogos, y tambien que halla comentarios hacia el gran trasero de rosalia (crear comentarios), y que le den palmadas en el trasero y ella haga comentarios (crear comentarios)

Response: Rosalía estaba teniendo un día típico en el estudio de grabación. Las luces cálidas daban un ambiente acogedor, y los ritmos electrónicos emergían constantemente donde quiera que ella mirase. –¿Otra vez con esa secuencia de acordes? –bromeó Rosalía al ver a su productor, Carlos, jugueteando con el sintetizador–. Ya sabes que a mí me gusta más el palo santo. Carlos sonrió con ese aire de travesura que siempre llevaba consigo. Lo cierto es que llevaba todo el día planificando una broma especialmente ridícula para su amiga cantante, deseando darle algo para reír durante esas sesiones interminables de grabación. –Hablando de palo santo –dijo Carlos con un brillo en los ojos–, tengo un regalo especial para ti. Es parte del "nuevo look" que tenemos planeado para tu próximo video musical. Antes de que Rosalía pudiera protestar, Carlos le entregó un paquete envuelto en papel brillante. Rosalía resopló, con una mezcla de curiosidad y ligera preocupación. –¿Qué es esto? –preguntó mientras lo desenvolvía. En cuanto sus dedos terminaron de deshacer el envoltorio, quedó completamente boquiabierta. Allí, en medio de la sala, estaba un pañal blanco y esponjoso. –¡Estás de broma! –exclamó ella, sintiendo cómo el color rojo comenzaba a pintar sus mejillas. Carlos apenas contenía la risa. –Es para el video, mbapallera. Quiero que experimentes con un look más vanguardista. Rosalía, incrédula, soltó una carcajada. –¡No pienso usar esto! –Venga, Rosita, a ver si tienes narices de ponértelo. –Carlos insistió socarronamente. Después de un intenso cruce de miradas y alguna que otra amenaza de venganza, Rosalía se dejó convencer. Rápidamente, el equipo de producción se reunió, listo para el "ajuste de vestuario". No podían evitar los murmullos y los jueguecitos. –Madre mía, señorita Rosalía –dijo uno de los ayudantes–, ¿tan grande es ese trueno? Rosalía, con los labios fruncidos y el color rojizo en las mejillas, intentaba mantener la compostura. Se sentía extremadamente incómoda, pero al mismo tiempo, una risilla irónica escapaba de su boca. –Si, es potente –respondió con una sonrisa nerviosa–. ¡Cuidado, que os puede castigar de un solo tamborazo! Los comentarios no cesaban. –¡Ese trasero podría tener su propio pase VIP! –agregó otro miembro del equipo, arrancando nuevamente risas de todos. Pero la cosa no terminó ahí. Al terminar de ajustar el pañal y mientras caminaba, Rosalía sintió un golpecito en su nalga derecha seguido por el eco de una sonora palmada. –¡Ay! –se quejó entre risas–. La próxima vez, ¡al menos avísame! Carlos se acercó, riendo a carcajadas. –Oh, vamos, Rosita. Es todo por el arte. Este será un video que no olvidarán. Rosalía respondió con una mirada incrédula. –¿Por el arte? ¡Esto parece más una parodia de bebé mutante! –bromeó mientras caminaba, moviendo las caderas de manera exagerada y haciendo que el pañal crujiera. Incluso así, Carlos y el equipo no podían evitar lanzar otra tanda de bromas. –Ahora sí que estás preparada para cantar "Con Altura", con esa cosa que tienes ahí –dijo Carlos mientras aplaudía con diversión. Finalmente, Rosalía se plantó en el set de grabación, aún con su sonrojo, mirando a la cámara con ojos juguetones y firmes. –Está bien, chicos. Esto termina aquí. Pero recordad que la venganza es un plato que se sirve con mucho, mucho flow. Y con eso, la sesion de grabación continuó, llena de risas y, claro, algunas bromas sobre el gran y acrecentado trasero de Rosalía. Y aunque ella seguía sonrojada y proponiendo venganzas, todos sabían que esas eran las sesiones que se recordaban para siempre, incluso con quirúrgicas palmadas incluidas.

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