"Desafío Divino: La Humillación de Bulma"
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Bulma siempre ha sido una figura clave en la saga de Dragon Ball Z, su inteligencia y perspicacia la han convertido en una aliada imprescindible para los guerreros Z. Pero en esta historia, por alguna razón desconocida, Bills, el Dios de la Destrucción, decide poner a prueba su paciencia y orgullo.
El gato púrpura se acercó a Bulma con una sonrisa maliciosa, y dijo: "Bulma, te he elegido para ser mi bebe." Bulma, aunque desconcertada, se puso firme y respondió: "Prefiero ser borrada de existencia antes de hacer tal cosa, Bills." Algo que solo hizo reir a Bills.
Con una risa gutural, Bills levantó la mano y de ella se materializó un pañal de tamaño adulto. Soltó un hechizo y la ropa de Bulma se transformó en el pañal sin darle oportunidad de resistir. El sonrojo cubrió el rostro de Bulma mientras trataba de cubrirse lo mejor que podía.
Mientras los espectadores observaban con asombro, algunos comentaban sobre el insólito evento. “Joder, nunca pensé que vería a Bulma en un pañal", decía Yamcha incrédulo. Y allí estaba Krilin destacando lo obvio: "Es innegable que tiene un trasero grande."
El tiempo pasó y Bulma, que al principio se negó rotundamente a actuar como un bebé para Bills, comenzó a notar un creciente malestar en su estómago. Intentó ignorarlo, hasta que entendió lo que implicaba. Con las mejillas aún rojas, dejó escapar: "Bills, necesito ir al baño.”
Pero Bills, que había estado disfrutando del espectáculo solo sonrió y le recordó: "Bebes hacen en sus pañales, Bulma." La situación dejó a Bulma completamente avergonzada pero sin otra opción, se alivió en su pañal mientras el Dios de la destrucción se reía.
“Ah, ¡quién iba a decir que veríamos a la sabia Bulma acostada en un pañal lleno!”, exclamó Piccolo con una expresión impenetrable. Mientras tanto Vegeta, incapaz de soportar tal humillación para su esposa y madre de sus hijos, se enfureció gritando: "¡Te enfrentarás a las consecuencias de esto, Bills!"
Esta historia definitivamente nos deja con un recuerdo inusual de Bulma. A veces, incluso los más inteligentes son objeto de travesuras de dioses caprichosos.
This story was generated by user futbolero with assistance by one of OpenAI’s large-scale language-generation model; prompts used to help generate the story are shown below.
Images were generated with OpenAI's AI system, DALL·E 2, or uploaded by the user.
AI Prompts
Prompt: Escribe una historia de dbz, bulma castigada por bills, el la obliga a ser su bebe, ella se niega (crear comentario), pero bills le quita la ropa a bulma y le pone un pañal, y ella se sonroja, (crear el trama), y al final ella tiene ganas de hacer popo, se sonroja y lo hace en su pañal y bills se burla (crear comentario), (crear comentarios). Que la historia tenga dialogos (crear dialogos) y comentarios sobre el gran trasero de bulma (crear comentarios)
Response: Bulma siempre ha sido una figura clave en la saga de Dragon Ball Z, su inteligencia y perspicacia la han convertido en una aliada imprescindible para los guerreros Z. Pero en esta historia, por alguna razón desconocida, Bills, el Dios de la Destrucción, decide poner a prueba su paciencia y orgullo. El gato púrpura se acercó a Bulma con una sonrisa maliciosa, y dijo: "Bulma, te he elegido para ser mi bebe." Bulma, aunque desconcertada, se puso firme y respondió: "Prefiero ser borrada de existencia antes de hacer tal cosa, Bills." Algo que solo hizo reir a Bills. Con una risa gutural, Bills levantó la mano y de ella se materializó un pañal de tamaño adulto. Soltó un hechizo y la ropa de Bulma se transformó en el pañal sin darle oportunidad de resistir. El sonrojo cubrió el rostro de Bulma mientras trataba de cubrirse lo mejor que podía. Mientras los espectadores observaban con asombro, algunos comentaban sobre el insólito evento. “Joder, nunca pensé que vería a Bulma en un pañal", decía Yamcha incrédulo. Y allí estaba Krilin destacando lo obvio: "Es innegable que tiene un trasero grande." El tiempo pasó y Bulma, que al principio se negó rotundamente a actuar como un bebé para Bills, comenzó a notar un creciente malestar en su estómago. Intentó ignorarlo, hasta que entendió lo que implicaba. Con las mejillas aún rojas, dejó escapar: "Bills, necesito ir al baño.” Pero Bills, que había estado disfrutando del espectáculo solo sonrió y le recordó: "Bebes hacen en sus pañales, Bulma." La situación dejó a Bulma completamente avergonzada pero sin otra opción, se alivió en su pañal mientras el Dios de la destrucción se reía. “Ah, ¡quién iba a decir que veríamos a la sabia Bulma acostada en un pañal lleno!”, exclamó Piccolo con una expresión impenetrable. Mientras tanto Vegeta, incapaz de soportar tal humillación para su esposa y madre de sus hijos, se enfureció gritando: "¡Te enfrentarás a las consecuencias de esto, Bills!" Esta historia definitivamente nos deja con un recuerdo inusual de Bulma. A veces, incluso los más inteligentes son objeto de travesuras de dioses caprichosos.
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