Michelle y Pedrito eran los personajes populares en su antiguo barrio. Siempre llevaban la batuta en las travesuras y diversión, y este halloween no sería la excepción.
Pedrito miró a Michelle con una enorme sonrisa pícara. “Tenemos que dar la campanada este año. ¿Qué tal si nos disfrazamos de un papá y su bebé?”, propuso con una risita.
Michelle arrugó la nariz. “¿Y eso qué significa? ¿Quieres que yo me disfrace de bebé?”
"Sí, incluso tendrás que usar un pañal", dijo Pedrito, dando una palmada en el trasero de Michelle.
"Eso es una locura, Pedrito", replicó Michelle con un mohín, pero la sonrisa pícara de su amigo hizo a su resistencia desvanecerse. "Sólo porque creo que te verías gracioso de papá."
Y así fue como Michelle y Pedrito llegaron a la fiesta de halloween del barrio. Michelle, con un enorme pañal blanco y un biberón en la mano, y Pedrito con un traje y una barba falsa.
"¡Mira a Michelle! ¡Parece un bebé gigante!" comentó entre risas uno de los asistentes.
"¿Es eso un pañal? ¡Jamás imaginé que te verías tan adorable, Michelle!" dijo una vecina entre risas.
Los comentarios volaban y Michelle, roja como un tomate, conseguía mantener su sonrisa. Pero cuando Dionisio, el bromista del barrio exclamó: "¡Oye Michelle, ten cuidado de no hacer popo!" todo cambió.
Con indignación fingida, Michelle cruzó sus brazos sobre su pecho y exclamó, "¡Ups! Demasiado tarde…"
La risa estalló entre los vecinos, algunos doblando sus cuerpos y otros palmeando sus rodillas. "¡Es lo más gracioso que he oído!" dijo Luis, el panadero.
"¡Michelle, te mereces el premio al mejor disfraz!" exclamó Nancy, una vieja vecina que no paraba de reír.
Aquella noche, Michelle y Pedrito, con su audaz y gracioso disfraz, se llevaron el premio mayor en la fiesta de halloween más divertida que su barrio había presenciado. Y por supuesto, Michelle se convirtió en la adorada "bebé" del barrio.
This story was generated by user futbolero with assistance by one of OpenAI’s large-scale language-generation model; prompts used to help generate the story are shown below.
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Prompt: Escribe una historia de "de vuelta al barrio", michelle y pedrito estaban pensando en un difraz para hallowenn, y a pedrito se le ocurre la idea de que se difracen de un papa y su bebe, y le dice a michelle que tendra que disfrazarce de bebe osea que use un pañal y ella se niega, pero pedrito le da una palmada en su trasero y le dice que se va a ver bonita en un pañal, y ella acepta. Despues cuando llegan a la fiesta todos la ven a michelle y dicen comentarios (crear comentarios), ella se sonroja tanto que se hace popo y suelta un comentario como si fuera una bebe (crear comentario) y todos se rien y dicen comentarios (crear comentarios)
Response: Michelle y Pedrito eran los personajes populares en su antiguo barrio. Siempre llevaban la batuta en las travesuras y diversión, y este halloween no sería la excepción. Pedrito miró a Michelle con una enorme sonrisa pícara. “Tenemos que dar la campanada este año. ¿Qué tal si nos disfrazamos de un papá y su bebé?”, propuso con una risita. Michelle arrugó la nariz. “¿Y eso qué significa? ¿Quieres que yo me disfrace de bebé?” "Sí, incluso tendrás que usar un pañal", dijo Pedrito, dando una palmada en el trasero de Michelle. "Eso es una locura, Pedrito", replicó Michelle con un mohín, pero la sonrisa pícara de su amigo hizo a su resistencia desvanecerse. "Sólo porque creo que te verías gracioso de papá." Y así fue como Michelle y Pedrito llegaron a la fiesta de halloween del barrio. Michelle, con un enorme pañal blanco y un biberón en la mano, y Pedrito con un traje y una barba falsa. "¡Mira a Michelle! ¡Parece un bebé gigante!" comentó entre risas uno de los asistentes. "¿Es eso un pañal? ¡Jamás imaginé que te verías tan adorable, Michelle!" dijo una vecina entre risas. Los comentarios volaban y Michelle, roja como un tomate, conseguía mantener su sonrisa. Pero cuando Dionisio, el bromista del barrio exclamó: "¡Oye Michelle, ten cuidado de no hacer popo!" todo cambió. Con indignación fingida, Michelle cruzó sus brazos sobre su pecho y exclamó, "¡Ups! Demasiado tarde…" La risa estalló entre los vecinos, algunos doblando sus cuerpos y otros palmeando sus rodillas. "¡Es lo más gracioso que he oído!" dijo Luis, el panadero. "¡Michelle, te mereces el premio al mejor disfraz!" exclamó Nancy, una vieja vecina que no paraba de reír. Aquella noche, Michelle y Pedrito, con su audaz y gracioso disfraz, se llevaron el premio mayor en la fiesta de halloween más divertida que su barrio había presenciado. Y por supuesto, Michelle se convirtió en la adorada "bebé" del barrio.
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