La fiesta del baby shower estaba en su punto más álgido. La risa, el chismorreo y el champán fluían tan libremente como las bromas audaces entre las invitadas. En medio de todo, Rosalía, la madrina de honor, se veía desafiada a un desafío inusual, que era ponerse un pañal de bebé.
"Apuesto a que ese pequeño pañal no pasa de los muslos," Lola, la anfitriona y una de las amigas más cercanas de Rosalía, soltó entre risas. Ocurrió una oleada de risas mientras cada persona fantaseaba y reía con comentarios similares.
Despojada de su falda al estilo de juerga hilarante, Rosalía se encontró en lencería, rodeada de amigas carcajeándose. "Rosalía, tu trasero debería tener su propio código postal." gritó Teresa, la hermana del bebé en camino.
"¡Dios, mi mamá no preparó un trasero tan grande para este tipo de humillaciones!" respondió Rosalía encogiéndose ligeramente mientras reía y se tocaba el trasero, fingiendo estar adolorida.
Finalmente, lograron ponerle el pañal, aunque apretado. La risa continuó con cada movimiento de Rosalía que amenazaba con hacer explotar el pañal.
Una hora después, una oleada de olor nauseabundo barrió la habitación. Cuando todas las narices se arrugaron, miraron hacia Rosalía. Su pañal parecía hinchado, como si estuviera lleno.
Rosalía, que se había puesto roja como un tomate, exclamó medio cabreada y medio divertida: "¡Parece que alguien debería cambiar mi pañal!"
Esta vez, el estallido de la risa fue tan estruendoso como impensable. "Rosalía, siempre has sido la reina de las bromas, pero esto deja a todas las demás muy atrás." articuló Lola entre risas.
"¿Quién iba a pensar que el trasero de Rosalía se convertiría en la mayor diversión de la noche?" Teresa no podía contener las risas.
El recuerdo de ese baby shower, con Rosalía y su enorme trasero en un pañal de bebé, se convertiría en una anécdota que todas recordarían durante mucho tiempo con risas y cariño.
This story was generated by user losafg with assistance by one of OpenAI’s large-scale language-generation model; prompts used to help generate the story are shown below.
Images were generated with OpenAI's AI system, DALL·E 2, or uploaded by the user.
Prompt: Escribir una historia, rosalia usando pañal,por un juego de baby shower, le ponen un pañal de bebe,todos se reian y se preguntaban si le iba entrar el pañal de bebe en su enorme trasero (crear comentarios),cuando le quitaron la ropa le dieron palmadas en su enorme trasero (crear comentarios), y rosalia hacia comentarios con dolor (crear comentarios), al final le pusieron el pañal que le quedaba apretado en su trasero, al final un olor llego a las narices de todos, y vieron el pañal de rosalia hinchado, rosalia avergonzada empezo a ponerse roja y dijo un comentario (crear comentario), todos se rieron y hicieron comentarios sobre su enorme trasero con su pañal sucio (crear comentarios)
Response: La fiesta del baby shower estaba en su punto más álgido. La risa, el chismorreo y el champán fluían tan libremente como las bromas audaces entre las invitadas. En medio de todo, Rosalía, la madrina de honor, se veía desafiada a un desafío inusual, que era ponerse un pañal de bebé. "Apuesto a que ese pequeño pañal no pasa de los muslos," Lola, la anfitriona y una de las amigas más cercanas de Rosalía, soltó entre risas. Ocurrió una oleada de risas mientras cada persona fantaseaba y reía con comentarios similares. Despojada de su falda al estilo de juerga hilarante, Rosalía se encontró en lencería, rodeada de amigas carcajeándose. "Rosalía, tu trasero debería tener su propio código postal." gritó Teresa, la hermana del bebé en camino. "¡Dios, mi mamá no preparó un trasero tan grande para este tipo de humillaciones!" respondió Rosalía encogiéndose ligeramente mientras reía y se tocaba el trasero, fingiendo estar adolorida. Finalmente, lograron ponerle el pañal, aunque apretado. La risa continuó con cada movimiento de Rosalía que amenazaba con hacer explotar el pañal. Una hora después, una oleada de olor nauseabundo barrió la habitación. Cuando todas las narices se arrugaron, miraron hacia Rosalía. Su pañal parecía hinchado, como si estuviera lleno. Rosalía, que se había puesto roja como un tomate, exclamó medio cabreada y medio divertida: "¡Parece que alguien debería cambiar mi pañal!" Esta vez, el estallido de la risa fue tan estruendoso como impensable. "Rosalía, siempre has sido la reina de las bromas, pero esto deja a todas las demás muy atrás." articuló Lola entre risas. "¿Quién iba a pensar que el trasero de Rosalía se convertiría en la mayor diversión de la noche?" Teresa no podía contener las risas. El recuerdo de ese baby shower, con Rosalía y su enorme trasero en un pañal de bebé, se convertiría en una anécdota que todas recordarían durante mucho tiempo con risas y cariño.
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